Por David Tomas, publicado el 20 mayo 2019
La generación millennial está lista para comerse el mundo, empezando por conquistar el mercado laboral. Su manera de ver la vida tiene muchísimo que aportar en las empresas, pero a menudo choca con la cultura de trabajo preestablecida.
El caso es que si nos paramos a escucharnos mutuamente, los millennials y los miembros de generaciones anteriores podemos aprender un montón unos de otros. ¿Cuáles son los retos de un millennial en el empleo y cómo pueden estar las empresas a la altura de ellos? ¡Sigue leyendo para averiguarlo!
Los 10 retos de un millennial en el trabajo
- Crecimiento. Si hay un formato de empresa que refleja la identidad laboral de los millennials, es la startup. En los últimos años, el panorama tecnológico ha sido redefinido por estas empresas emergentes, cuya prioridad en los primeros años siempre es crecer y alcanzar una masa crítica de usuarios e inversionistas, para después buscar la rentabilidad.
- Responsabilidad. Los millennials no tienen miedo a tomar decisiones importantes y no necesitan esperar durante años para asumir responsabilidades en el trabajo. La cultura de las startups que acabamos de comentar ha desmontado las típicas jerarquías, y la persona que entra a trabajar hoy puede ser responsable de marketing dentro de dos meses. Ponerles a realizar tareas de baja cualificación durante años les desmotiva y les hace sentirse poco valorados.
- Experiencia. Los millennials valoran las experiencias por encima de las posesiones materiales, y su forma de ver el empleo responde al mismo patrón. Buscan constantemente retos nuevos a los que enfrentarse, lo que les ayuda a adaptarse a un entorno cambiante. Pero la otra cara de la moneda es que a veces no valoran lo suficiente la experiencia que conceden los años. Aquí las empresas pueden echarles un cable y aprovechar mejor los talentos de generaciones anteriores con programas de mentores.
- Innovación. La nueva generación se atreve a romper moldes y hacer cosas que nunca se habían hecho antes. Las empresas deben reconocer este valor y no imponerles un sistema de trabajo que no les convence porque "siempre se ha hecho así".
- Comunicación. Entre los retos de los millennials está el ser la generación más conectada de toda la historia. Los teléfonos móviles y las aplicaciones de mensajería, que muchos de ellos usan desde la adolescencia, les han acostumbrado a obtener respuestas instantáneas y a estar siempre disponibles. Las empresas que quieran dar trabajo a esta generación ya no pueden limitar la comunicación a las reuniones.
- Horizontalidad. No hay nada que frustre más a un millennial que obligarle a seguir una cadena de mando rígida y que ralentice la toma de decisiones. En su lugar, demandan formatos horizontales en los que todos los trabajadores puedan aportar en función de sus fortalezas. Y para que esto funcione, la confianza es absolutamente esencial.
- Flexibilidad. A veces se apunta a la resistencia a la autoridad como uno de los retos de la generación millennial, pero cuestionarse las cosas tiene mucho de positivo. Uno de los temas en los que se traduce esta actitud son los horarios y la conciliación. Un millennial ya no entiende el tener que estar todos los días en su puesto de trabajo de 9 a 6, pase lo que pase. En su lugar, demandan horarios flexibles, la posibilidad de teletrabajar y facilidades para conciliar (o mejor dicho, integrar) su vida profesional y personal.
- Apertura. Los millennials tienen una actitud abierta, no solo en temas como el racismo o el feminismo, sino también ante los retos y los riesgos en el mundo laboral. Lejos de aferrarse a posiciones conservadoras, están dispuestos siempre a probar nuevos métodos de trabajo y estrategias y ver qué funciona.
- Movilidad. Para bien y para mal, los millennials no tienen miedo de moverse, ya sea para cambiar un empleo que ya no les aporta lo suficiente o incluso para probar suerte en otra ciudad. En lugar de intentar "atarles" sea como sea, las empresas tienen que estar dispuestas a aceptar esta realidad y usar la movilidad laboral en su propio provecho.
- Pasión. Al final, si algo tienen muy claro los millennials es que la vida es demasiado corta para pasarla en un trabajo que no te gusta. El motor que les mueve es la pasión, así que para las empresas es totalmente prioritario encontrar a personas que compartan su visión y mantenerles motivados. Las que lo consigan están de suerte, porque podrán llevarse toda la energía y el entusiasmo de una generación que viene con las pilas cargadas.