Por Anna Ribas, publicado el 28 diciembre 2023
Los precios dinámicos constituyen una estrategia de marketing digital que consiste en establecer un precio flexible condicionado por la evolución de diferentes parámetros o factores, como la oferta y demanda, la estacionalidad o los límites de precio.
Hay varios motivos por los que utilizar una estrategia de precios dinámicos en una ecommerce es buena idea, siendo una de ellas la flexibilidad, ya que el precio se adapta a ciertas condiciones o situaciones, favoreciendo así el valor y compromiso de la marca. También es una manera de tener un mayor control sobre los precios, ya que estos pueden modificarse en cualquier momento y ante cualquier circunstancia para adaptarse a la situación actual. Además, un precio dinámico permite establecer el precio que más se adecúe al momento, maximizando así los ingresos incluso en situaciones menos favorables.
Otra razón por la que es beneficioso utilizar precios dinámicos es que es un tipo de estrategia de ventas que no supone un consumo de recursos económicos para la empresa. Los precios se establecen teniendo en cuenta la situación del producto en tiempo real, lo que hace muy sencillo conocer las fluctuaciones de precios y adaptarse a ellos de forma rápida.
Este tipo de estrategia de marketing suele implementarse en empresas con productos o servicios que tienen picos estacionales o con un valor que varía dentro de diferentes segmentos de mercado. También se incluirían aquellas marcas que ofrecen productos perecederos o que pueden adquirirse por volúmenes o que tienen una alta competencia.
Diferentes tipos de precios dinámicos para tu ecommerce
Existen diferentes tipos de estrategias basadas en precios dinámicos, por lo que en función del tipo de producto o servicio que se esté ofreciendo, así como el tipo de ecommerce, se puede optar por uno u otro.
- Precios por segmentación: con una estrategia de precios segmentados lo que se busca es llegar a la mayor cuota de mercado posible. Esto significa que será necesario ofrecer precios distintos para poder llegar a clientes con diferente poder adquisitivo, pero sin perder de vista el valor del producto o servicio. Se trata de llegar a la mayor cantidad de consumidores posible sin quitarle valor a lo que se ofrece.
- Precios basados en el tiempo: cuando se opta por una estrategia de precios basada en el tiempo o momento se tienen en cuenta factores como las horas, días, semanas o meses del año en los que ese producto o servicio se vende más o se vende menos. Es una estrategia muy común entre empresas que ofrecen productos o servicios que tienen picos estacionales. Cuando se vende más, el precio sube, mientras que cuando se vende menos, el precio baja para que resulte más atractivo o llamativo.
- Precios máximos: en este tipo de estrategia se buscan situaciones de alta demanda y momentos en los que los competidores no tengan stock para aumentar los precios y aprovechar la necesidad de los consumidores en adquirir el producto o servicio. También se suelen aprovechar eventos o acontecimientos específicos en los que el cliente objetivo esté muy predispuesto a comprar.
- Precio según recurrencia y repetición: es muy frecuente que algunas plataformas suban o bajen el precio de un producto o servicio basándose en el interés que tenga el usuario en este. Para ello es necesario hacer un seguimiento del usuario a través de las cookies, que da información acerca del número de veces que ha consultado un mismo producto, si lo ha añadido o no en algún momento al carrito, si ha pedido información acerca de él, etc.
- Precios de penetración: el lanzamiento de un nuevo producto también puede ser un buen momento para implementar una estrategia basada en los precios dinámicos. En este caso se establece un precio inferior al que sería recomendable para poder dar a conocer el producto y captar leads.
Aunque hay varios tipos de estrategia, lo más recomendable es adaptarse a la situación cambiante del mercado teniendo en cuenta el tipo de producto o servicio que se está ofreciendo. Esto significa, por norma general, bajar los precios cuando las ventas desciendan y subirlos cuando se restablezcan o aumenten para que haya cierto equilibrio entre pérdidas y beneficios. Eso sí, debe hacerse de forma que el resultado final sea positivo y se obtengan ciertas ganancias, ya que si no es así significa que la estrategia se está aplicando de manera incorrecta.
Ejemplos de estrategias de precios dinámicos
Amazon es una de las plataformas de venta online más populares que aplica una estrategia de precios dinámica.
Hay varios factores que influyen en sus precios, como el volumen de demanda, el stock, el interés del usuario en el producto y el día y hora de la compra. Aunque esta variabilidad podría afectar negativamente a la plataforma, se ha convertido en una de las ecommerce mejor valoradas por los consumidores por su transparencia. Todos los usuarios saben que los precios en Amazon pueden variar, pero también saben que es fácil determinar si es o no el mejor momento para comprar un determinado producto gracias a que existen rastreadores de precios en los que se hace una comparativa basándose en su histórico.
También es muy frecuente ver precios dinámicos en vuelos, hoteles y todo lo que esté relacionado con el sector turístico. El precio de un vuelo y una habitación de hotel no están influenciados únicamente por la fecha en la que se vaya a disfrutar del viaje o el alojamiento, sino también por el momento de la compra. En estos casos se suele utilizar una estrategia de precios basada en el tiempo o momento, lo que significa que estos dependen directamente de si se está vendiendo más o menos. Esto es algo que los consumidores saben y conocen, por lo que también se han popularizado los rastreadores de precios capaces de hacer comparativas basándose en datos históricos, por lo que es fácil determinar si es o no buen momento para reservar.