En el marketing digital, al igual que en la publicidad más tradicional, hay dos ingredientes sin los cuales es casi imposible conseguir resultados: un buen diseño y un buen copy. Escribir textos atractivos y convincentes para internet tiene mucho de arte, pero también de ciencia. Con estos 10 trucos, ¡no habrá copy digital que se te resista!
Aquí empieza la parte científica a la que me refería antes: para escribir un buen copy digital, tienes que saber qué tienes que contar y cómo quieres contarlo. Piensa en las diferentes piezas de la campaña y en qué elementos necesitas para cada una de ellas. Analiza los beneficios del producto y ordénalos de manera que tengan sentido para el lector. Y sobre todo, asegúrate de responder a esta pregunta: ¿qué quiero conseguir con este texto?
Cuanto más humanos suenen tus textos, más fácil te será atravesar la barrera de las pantallas y conectar de verdad con tu público objetivo.
Un buen copy es el que logra atraer a los usuarios mediante contenidos personales y con valor emocional. Dar un toque personal a tus textos (por ejemplo, hablando de las personas detrás de la marca) te ayudará a ganarte la confianza de los lectores.
A veces, todas las palabras del mundo se quedan cortas y lo que necesita el usuario es ver algo con sus propios ojos. No tengas miedo a mostrárselo con una fotografía en el lugar adecuado.
El storytelling es uno de los recursos favoritos de los marketers. Nos encanta oír las historias de otras personas con las que podemos identificarnos, así que aprovecha para introducir la moraleja que buscas: ¡tu producto es la solución!
Generalmente, una historia debe tener al menos los siguientes puntos para ser efectiva:
En internet predominan las conversaciones "tú a tú" y la cercanía entre los usuarios, así que el copy digital no debe ser la excepción. Un recurso muy efectivo son los emails y posts firmados por el CEO de la compañía, en los que se dirige directamente a los clientes para comunicar novedades sobre la marca.
Sencillamente, los usuarios no responden a los contenidos que no les resultan de utilidad. Para llamar la atención de tu público objetivo, ofréceles una solución sencilla a sus problemas.
En otras palabras, si tu producto resuelve una necesidad del usuario, muéstraselo claramente. Si vendes productos de bricolaje, haz un videotutorial en vez de un email promocional.
La llamada a la acción es el quid de la cuestión, lo que responde a la pregunta de "¿qué quiero conseguir en este texto?". Por lo general, tu objetivo será que el usuario haga clic en ella. Pero no puedes plantarla de golpe después del título: cuando el usuario llegue al botón, tiene que estar convencido y preparado para decir "sí, quiero".
Imagine all the people living life in peace... Estimular la imaginación de los lectores es otro de los recursos del buen copy. Anímales a cerrar los ojos e imaginar sus sueños más locos... y después, muestra cómo tu producto puede hacerlos realidad.
Siempre se ha dicho que en la brevedad está el gusto, y esta afirmación es cierta para muchos tipos de copy digital, como los títulos o las publicaciones en redes sociales. También puede ser apropiado optar por lo breve cuando nuestra oferta es simple y bien conocida.
Pero si tu producto es complejo, se dirige a una audiencia experta o está intentando abrir un nuevo segmento de mercado, merece la pena que te pares a explicar en detalle quién eres y qué propones.
Cuando escribimos copy digital, este pequeño pero fundamental detalle a veces se pasa por alto. Desde la era de los SMS, la ortografía en internet no ha dejado de decaer, pero una falta inoportuna puede arruinar tu texto. ¡No te olvides de pasar el corrector y de revisar lo que escribes!