¿Trabajas en una empresa feliz? Esta es una pregunta que todos deberíamos hacernos, ya que la felicidad en el trabajo es un ingrediente imprescindible del bienestar general. Nuestras vidas no están formadas por compartimentos estancos y las emociones no se quedan en la puerta de la oficina cada mañana.
Para ayudarte a resolver esta duda, quiero compartir contigo estas 7 señales de que trabajas en una empresa feliz. Si te identificas con todas ellas, ¡enhorabuena! Sin duda estás en el buen camino.
7 señales de que trabajas en una empresa feliz
- Puedes compaginar tu vida profesional y personal. En las empresas felices no se concibe que estos dos ámbitos de la vida estén separados, ya que en realidad son lo mismo. Tu identidad laboral es importante para quién eres como persona, y lo mismo ocurre a la inversa. Tener que ocultar partes de ti en el trabajo afecta negativamente a tu bienestar.
- Tus roles en la empresa están definidos y te dedicas a algo que te gusta. Las empresas felices cuidan muchísimo la selección de personal, y ya desde la entrevista tienen en cuenta qué les gusta a los candidatos y en qué son expertos. Así, pueden dar lo mejor de ellos desde el principio y disfrutar trabajando cada día.
- Hay un buen ambiente laboral. Las empresas felices buscan ser casi como una familia, creando un ambiente más transversal e igualitario. Se busca dar valor a todos los miembros del equipo, realizar actividades de conocimiento mutuo y descubrir la parte más humana de las personas con las que compartimos tiempo todos los días.
- Los líderes confían en los empleados (y viceversa). Una de las grandes claves de la felicidad en el trabajo es la confianza. Frente al jefe tradicional, que busca imponer la disciplina y cree que los empleados le fallarán al mínimo descuido, en una empresa feliz todos forman parte del mismo equipo y confían los unos en los otros.
- Obtienes reconocimiento y apoyo. En las empresas felices, el trabajo bien hecho siempre obtiene su reconocimiento, ya que esto ayuda a que todos nos sintamos valorados y motivados. De la misma manera, cuando nos enfrentamos a alguna dificultad, no lo hacemos solos sino que contamos con el apoyo y los ánimos del resto del equipo.
- La flexibilidad es una prioridad. Una de las grandes causas de infelicidad en el trabajo son las culturas laborales demasiado rígidas. En cambio, las empresas felices reconocen que hay una gran variedad de situaciones y que siempre pueden surgir imprevistos, así que dan más libertad a los empleados para adaptar su trabajo a su vida y no al revés.
- No tienes un jefe, sino un "gefe" (gestor de la felicidad). Esto es, que tus superiores no solo se encargan de que se cumplan los objetivos a toda costa, sino que también prestan atención al bienestar de todos y el ambiente de trabajo. No trabajan con empleados, sino con personas, y lógicamente empatizan con sus necesidades y se preocupan por ellas.