La accesibilidad web incluye todas aquellas acciones y medidas que hacen que en una página web pueda ser utilizada por cualquier individuo, incluidos aquellos que tengan algún tipo de discapacidad auditiva, motora, visual o cognitiva. Asegurarse de que el sitio web es accesible, además de mejorar la experiencia de usuario, es una manera de transmitir unos valores inclusivos, de ahí que sea tan importante esa adaptabilidad. Pero ¿cómo hacer que una página web sea más accesible?
Las personas con una discapacidad visual pueden tener ciertas dificultades para entender el contenido de una página web si las imágenes, gráficos, botones y otros elementos visuales carecen de etiquetas. Si se agregan descripciones, conocidas como Alt Text o Texto Alternativo, los motores de búsqueda y los lectores de pantalla tendrán datos suficientes como para leer y entender esos elementos. Esto significa que, además de mejorar el SEO y posicionamiento web, se estará ofreciendo la posibilidad de transformar ese contenido visual en contenido auditivo, ya que el usuario podrá escuchar la descripción de ese elemento.
Algunos colores pueden dificultar la lectura e interacción con el contenido, por lo que cuando se diseña una página web deben escogerse colores entre los que haya suficiente contraste como para que el texto, los enlaces, los botones y demás elementos puedan verse de forma clara y diferenciada. Normalmente el blanco, el negro y el amarillo son colores con una alta proporción de contraste, por lo que, salvo excepciones, suelen ser una buena elección.
Ante la duda, existen muchas herramientas que permiten probar diferentes combinaciones de colores, como Contrast Checker. Incluso WordPress tiene una guía para utilizar de una forma adecuada los colores.
Antes de nada hay que diferenciar entre subtítulos y transcripciones. Los subtítulos están pensados para personas que no entienden un idioma o que van a ver el vídeo en silencio porque se encuentran en un lugar donde no se puede hacer ruido, como una biblioteca, o en un entorno demasiado ruidoso. Las transcripciones, en cambio, están pensadas para personas con problemas de audición, ya que describen sonidos que son clave para entender qué está pasando.
Añadir subtítulos y transcripciones en los vídeos es un buen marketing inclusivo porque permite llegar a cualquier usuario, pero también es una buena estrategia de SEO porque facilita la comprensión del contenido a los motores de búsqueda.
Aunque es un recurso muy utilizado, los formularios pueden ser complicados para algunas personas. Para poder hacerlos accesibles y fáciles, todos los campos deberán etiquetarse de forma clara. También pueden incluirse unas breves instrucciones o indicaciones para que no haya errores o confusiones.
Hay que cuidar también el autocompletado, ya que es frecuente que se produzcan errores; y utilizar un buen programa de control de voz y de lectura para que puedan completarlo personas con discapacidad.
Los usuarios deberían poder navegar por el sitio web sin necesidad de utilizar el ratón, únicamente con el teclado, ya sea por preferencia o por necesidad. Esto incluye desde desplazarse por la página web hasta hacer clic en enlaces e interactuar con cualquier elemento.
La página web debe tener una estructura coherente y fácil de entender tanto para el usuario como para los motores de búsqueda y lectores de pantalla.
Con una página web bien estructurada los usuarios podrán encontrar aquello que buscan de una forma rápida y sencilla y los motores de búsqueda y lectores de pantalla podrán entender su organización. Pero, además, desglosar el contenido en secciones más pequeñas lo hacen mucho más comprensible, fácil y ameno de leer, por lo que deberá incluir títulos, subtítulos y párrafos.
WordPress, por ejemplo, recomienda utilizar los encabezados por orden de jerarquía (H1, H2, H3…).
Hay elementos, como el texto, los enlaces, los gráficos o los botones, que para personas con problemas visuales pueden ser difíciles de leer e identificar. Para hacer una página web más accesible es importante permitir y hacer posible que cualquier elemento pueda ampliarse sin renunciar a calidad de visualización.
Los enlaces, botones y cualquier elemento sobre el que se pueda hacer clic deben diferenciarse fácilmente entre el contenido. Además de un cambio en el color o en la tipografía, el subrayado y la negrita pueden ayudar en esa diferenciación, sobre todo en personas con problemas de visión. También se puede añadir un espacio adicional entre elementos clicables para hacerlos aún más visibles y destacables.
Las imágenes con movimientos rápidos, repetitivos o parpadeantes pueden ser molestos para algunos usuarios y peligrosos para todos aquellos que tienen epilepsia, ya que pueden provocar convulsiones y ataques epilépticos. Justo por este motivo es conveniente dar la opción de cerrar o desactivar todas las imágenes en movimiento que puedan aparecer en la página web.
También se puede intentar, en la medida de lo posible, evitar este tipo de contenido multimedia si no aporta información de valor, que además puede entorpecer la navegación y hacerla menos fluida y limpia.
Además de un contenido estructurado, el contenido debe ser claro y fácil de entender. Esto implica evitar el uso de tecnicismos, acrónimos o palabras que pertenezcan a una jerga. De esta manera el contenido será accesible para todo tipo de usuarios, incluidos aquellos que tengan algún tipo de discapacidad cognitiva o de aprendizaje.
El uso de palabras o términos técnicos, acrónimos… debe dejarse únicamente para el contenido que esté dirigido a un público muy específico y especializado en esa temática.
Actualmente es muy sencillo aplicar en una página web el reconocimiento de voz para que sea mucho más fácil buscar un contenido específico dentro de la web o para tener un control sobre las acciones que se llevan a cabo dentro de ella. Esta funcionalidad puede hacer que el sitio web sea accesible para personas que tengan algún tipo de problema motriz.
Convertir el texto en audio tiene dos principales ventajas actualmente, la primera es que hace que el contenido sea accesible para personas con problemas visuales, la segunda es que permite que muchos usuarios puedan consumir contenido mientras están llevando a cabo otra tarea. Teniendo en cuenta que hoy en día hay softwares capaces de hacer esto de forma rápida y sencilla, merece mucho la pena implementarlo en la página web.
Las opciones de accesibilidad tienen que estar visibles dentro de la página web para que los usuarios puedan seleccionar aquellas que necesiten de forma rápida y sencilla. También es importante explicar de una forma clara y directa qué opciones hay disponibles, así como ofrecer su activación y desactivación de la forma más fácil y rápida posible.
Para hacer una página web lo más inclusiva posible, las opciones de accesibilidad deben estar presentes desde el primer día. Esto significa crear el sitio web con esta adaptabilidad ya de base.
Si se han implementado medidas de accesibilidad web o se están implementando se debe comprobar siempre que estas funcionen correctamente para poder subsanar a tiempo cualquier problema o error.
Existen herramientas que escanean, analizan e informan de cualquier problema de accesibilidad que se dé en la página web, como WAVE (Website Accessibility Versatile Evaluator), DYNO Mapper, JAWS o AChecker. También se puede hacer de forma manual, aunque en este caso se deberá revisar todo varias veces para que no se escape nada, ya que puede ser muy desagradable y engorroso para un usuario encontrarse con obstáculos durante la navegación.
Siempre hay que tener en cuenta las opiniones de los usuarios, ya que da pistas acerca de qué problemas hay en la página web, qué partes son inaccesibles para personas con problemas auditivos, motores, visuales o cognitivos o qué debería mejorarse para hacerla aún más accesible.
Estos son los consejos que pueden hacer que una página web sea mucho más accesible, lo que puede llevar a tener muchas más visitas y, por consiguiente, más leads y conversiones. Además, como empresa se transmite una imagen inclusiva y comprometida con la sociedad.