En el mundo del marketing digital, la optimización SEO es clave para que nuestros contenidos lleguen a la audiencia adecuada. Un aspecto esencial en la creación de contenido SEO-friendly es la estructura del artículo, concretamente el uso de H2 y H3. La correcta jerarquización no solo mejora el posicionamiento en los motores de búsqueda, sino también la experiencia del usuario, facilitando la lectura y navegación del contenido.
Cada año, al llegar a octubre, el equipo editorial comienza a preparar los artículos de tendencias para el año siguiente. Este ritual de análisis y predicción nos ha acompañado desde 2017, cuando publicamos nuestro primer artículo de tendencias en marketing digital. Siempre hemos sido muy meticulosos con la estructura de los artículos, ya que sabemos lo importante que es para Google y para los lectores.
Hasta ahora, la estructura que solíamos seguir era bastante estándar: comenzábamos con un H1 claro y directo (el título del artículo) y, a continuación, solíamos poner un H2 que resumía el tema principal. Luego, las distintas tendencias se iban desarrollando como H3 bajo ese H2, es decir, creábamos una jerarquía donde todas las tendencias estaban subordinadas al tema general.
En la preparación de nuestra serie de artículos sobre las tendencias de marketing digital para el próximo año, Tanit de Pouplana me propuso un enfoque diferente: ¿Por qué no hacer que cada tendencia sea un H2 en lugar de un H3?. Como cualquier cambio importante, decidimos investigar los beneficios de ambas estructuras para determinar cuál es la mejor opción, tanto desde una perspectiva de SEO como de experiencia de usuario (UX).
Para tomar una decisión informada, recurrimos a ChatGPT como herramienta de apoyo, buscando una visión clara de las ventajas e inconvenientes de ambas opciones. Sin embargo, la decisión final la tomamos nosotras, aplicando un criterio humano basado en nuestra experiencia y en el análisis de lo que mejor funcionará para nuestros lectores. A continuación, compartimos lo que aprendimos en este proceso.
La primera opción que consideramos fue tratar cada tendencia como un tema principal con su propio H2. Esto significaría que todas las tendencias tendrían un nivel jerárquico más elevado en el artículo, sin necesidad de estar subordinadas a un H2 general.
La opción tradicional, que habíamos usado en nuestros artículos anteriores, consiste en un único H2 para el tema general, con las tendencias como H3 bajo este título.
Tras analizar las ventajas y desventajas de cada opción, llegamos a la conclusión de que lo más óptimo para nuestros artículos de tendencias es tratar cada una como un tema principal. Por tanto, de ahora en adelante, cada tendencia tendrá su propio H2.
¿Por qué esta decisión? Principalmente, por dos razones:
Mejor visibilidad SEO: queremos que cada tendencia destaque y tenga la oportunidad de posicionarse bien en Google. Al utilizar H2, nos aseguramos de que cada tema clave tenga el protagonismo que merece.
Mejor experiencia de usuario (UX): Sabemos que nuestros lectores suelen escanear los artículos en busca de la información más relevante para ellos. Con esta estructura, facilitamos la navegación y les ayudamos a encontrar lo que buscan rápidamente.
Este pequeño ajuste en la estructura de nuestros artículos es una muestra de cómo estamos evolucionando y adaptándonos. Lo que aprendimos con la ayuda de ChatGPT es que, aunque una estrategia haya funcionado en el pasado, siempre es importante seguir cuestionándonos y buscando formas de mejorar. La innovación y la optimización constante son clave en el marketing digital, y este cambio refleja precisamente eso.
La estructura del contenido juega un papel crucial en el éxito de un artículo desde el punto de vista del SEO y de la experiencia de usuario. Al ajustar la jerarquía de los encabezados y adaptarnos a las necesidades actuales, hemos dado un paso más en nuestra evolución como creadores de contenido digital.
Esperamos que este aprendizaje te ayude a plantear nuevas formas de optimizar tus propios artículos. Siempre es importante cuestionarse lo que hacemos y buscar maneras de mejorar, incluso cuando lo que hemos hecho en el pasado ha funcionado bien. Porque la clave en el marketing digital es adaptarse constantemente.