Por David Tomas, publicado el 30 mayo 2019
Los millennials lo tienen muy claro: el dinero no lo es todo. Por eso, para captar y retener el talento de las nuevas generaciones, las empresas tienen que ir más allá del salario económico y empezar a ofrecer un salario emocional. ¿Quieres saber en qué consiste y cuáles son sus ventajas? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el salario emocional?
El salario emocional son las retribuciones no económicas que reciben los empleados y que están orientadas a que el trabajador tenga mejor calidad de vida laboral. Por ejemplo:
- Ofrecer horarios de trabajo flexibles, en los que cada empleado pueda elegir las horas de entrada y salida que más le convengan, o incluso permitir que se trabaje desde casa ciertos días de la semana.
- Incentivar el desarrollo profesional y la formación de los empleados, de manera que siempre tengan nuevos retos con los que sentirse motivados.
- Crear espacios comunes agradables en la oficina y que tengan opciones de ocio, como un arcade o un futbolín. La luz natural y las sillas cómodas también son detalles importantes para la calidad de vida de los empleados.
- Ofrecer descuentos especiales para empleados, ya sea en los productos de la propia empresa o estableciendo acuerdos con gimnasios, cines, etc.
- Reconocer públicamente los méritos de los trabajadores, tanto a través de comentarios frecuentes sobre su desempeño como con premios especiales, comidas, etc.
- Buscar formas de aportar valor y sentido al trabajo de la empresa, por ejemplo, con iniciativas solidarias o de protección del medio ambiente. Según el estudio 2018 Deloitte Millennial Survey, el 50% de los encuestados pertenecientes a esta generación estaría dispuesto a disminuir su sueldo a cambio de trabajar en una empresa con políticas implantadas de responsabilidad medioambiental.
- Mantener a raya las reuniones y buscar que sean lo más breve y ágil posible.
Las ventajas de contar con un salario emocional
Quizá estés pensando que implantar todas las medidas que he explicado arriba tiene un coste para la empresa, y estarías en lo cierto. Pero es que apostar por el salario emocional y el talento millennial también tiene beneficios tangibles:
- Desarrollar un salario emocional contribuye a que los empleados sean más felices en la empresa. Y según los estudios, los empleados felices son más productivos. Tiene mucho sentido: cuando estamos a gusto en el trabajo, nuestra motivación aumenta y queremos dar lo mejor de nosotros mismos.
- El salario emocional disminuye la rotación del personal. Este es un tema especialmente relevante con los trabajadores de la generación millennial, que ya no se "casan" con ninguna empresa. Cuanto más satisfechos estén con su calidad de vida laboral, más probable será que se queden en la empresa a largo plazo, lo que lógicamente disminuye los costes de contratación y formación.
- Y por último, al incrementar la satisfacción de los trabajadores, el salario emocional contribuye a disminuir el absentismo.
Las nuevas generaciones son exigentes con algunos aspectos de su trabajo, pero a cambio tienen muchísimo que aportar a las empresas.
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