Por Laia Cardona, publicado el 2 junio 2017
Parece que los países nórdicos, cuya calidad de vida está entre las mejores del mundo, tienen mucho que enseñarnos sobre cómo ser felices en el trabajo y en la vida en general.
Hace poco mi compañera Berta nos contaba qué es el hygge, el arte danés de encontrar la felicidad en las cosas pequeñas. Hoy vamos a irnos de visita a Suecia para descubrir un nuevo concepto para no agobiarse en el trabajo: la fika.
Fika, el secreto de las empresas suecas
Pero, ¿qué es esto de las fikas?, te estarás preguntando. La idea básica no es otra que la típica "pausa para el café" durante el horario laboral, que muchos de nosotros conocemos. Pero las fikas tienen varias características que las hacen únicas y las diferencian de esos 5 minutos que te tomas para ir corriendo a por un cortado de máquina.
Las empresas suecas no ven las pausas para el café como minutos "robados" a la jornada laboral, sino como una parte integral de la misma. Muchas compañías cuentan con varias pausas al día, y la propia dirección incentiva que los empleados acaben sus tareas urgentes a tiempo para poder hacer estos descansos.
Los empleados y los directivos comparten estas pausas en un ambiente informal. En general, las empresas suecas cuentan con una cultura de trabajo de trabajo cercana y poco jerárquica, lo que favorece este tipo de intercambios. En cuanto a la conversación, se alternan temas mundanos con problemas más específicos de la empresa; según el día, en la fika se puede comentar el partido de fútbol del día anterior o la próxima reunión de marketing.
En definitiva, se reconoce y se valora la importancia de contar con descansos de calidad de manera regular, donde el café es bueno, se sirve en una taza en lugar de un vaso de plástico y se disfruta con el tiempo necesario.
Por qué las fikas ayudan a no agobiarse en el trabajo
Para el empresario desconfiado, las pausas no son sino una excusa para escaquearse del trabajo. Pero los jefes de las empresas felices saben que los descansos son fundamentales para tener empleados satisfechos, motivados y productivos.
Por mucho empeño y motivación que tengamos, es sencillamente imposible mantener la máxima concentración y el mejor rendimiento hora tras hora y día tras día. Los mejores resultados de productividad se consiguen alternando periodos de actividad intensa con descansos programados que permitan recargar las pilas.
El fika es síntoma de una cultura laboral que favorece los resultados por encima del presentismo. Se buscan que los empleados den lo mejor de sí mismos, no que se limiten a calentar la silla durante un número de horas determinado.
Por otro lado, estas pausas favorecen la familiaridad y la formación de lazos con el equipo de trabajo, creando un ambiente más favorable y, una vez más, repercutiendo positivamente en los resultados. En resumen, los suecos dominan a la perfección una de las máximas más importantes de la felicidad en la empresa: las personas no somos máquinas, y las emociones no se quedan a la puerta cuando empezamos nuestra jornada.
Laia Cardona