Año tras año, la publicidad evoluciona al ritmo de la tecnología, y los marketers tenemos que estar al día.
Las marcas más pioneras ya están incorporando a sus estrategias el IoT advertising: la publicidad basada en el internet de las cosas. ¿Quieres saber en qué consiste exactamente este concepto y cómo va a revolucionar nuestro sector? ¡Pues no te pierdas este artículo!
Según Wikipedia, el internet de las cosas (comúnmente abreviado como "IoT" por sus siglas en inglés) es un concepto que se refiere a la interconexión digital de los objetos con internet. Hoy en día ya existen muchísimos objetos físicos que tienen esta capacidad, como los asistentes de voz, los termostatos inteligentes y otros dispositivos para el hogar y, por supuesto, nuestros propios smartphones.
Todos estos dispositivos son capaces de comunicarse entre sí, lo cual da lugar a un sinfín de aplicaciones útiles. Pero lo más interesante de cara a la publicidad es su capacidad para obtener datos sobre los hábitos de consumo de los usuarios.
Además de servir para obtener más información sobre las personas que los usan, los dispositivos con IoT también son un punto de contacto a través del cual los marketers pueden llegar a la persona adecuada, con el mensaje adecuado, en el momento adecuado. Todo ello nos sirve para ofrecer una publicidad personalizada hasta el más mínimo detalle y mejorar la experiencia de cliente.
Uno de los ejemplos más famosos de utilización del internet de las cosas en publicidad ha sido la botella conectada Blue Label de Johnnie Walker. Esta botella emplea sensores electrónicos muy pequeños que pueden saber si la botella ha sido abierta o no y en qué punto de la cadena de suministro se encuentra.
Además, estos sensores pueden mostrar información a los clientes que escaneen la botella con sus smartphones y cambiarla según la situación. Por ejemplo, es posible mostrar ofertas promocionales mientras la botella está en la tienda y recetas de cócteles cuando la botella ya está en casa y abierta.
Gracias al número creciente de usuarios que tienen dispositivos con IoT que pueden recopilar e interpretar información sobre sus hábitos de consumo, ahora es posible hacer publicidad segmentada de manera contextual que permite llegar a ellos directamente e incrementar las tasas de conversión.
La publicidad contextual ya se está empezando a aplicar a través de soluciones como los anuncios de búsqueda de Google. Cuando un usuario hace una búsqueda local en su teléfono, se le muestran los anuncios más relevantes en función de su ubicación.
Otro ejemplo es Glassview, que ha empezado a emplear IoT para conectarse a cámaras para detectar el estado de uso de los dispositivos de los usuarios y enviarles anuncios personalizados en función de este parámetro.
Y esto no ha hecho más que empezar: cuanta más información tengamos de los usuarios a través de sus dispositivos conectados a internet, más acertaremos con la publicidad perfecta para sus necesidades.
El internet de las cosas también puede utilizarse para mostrar publicidad en tiempo real en el interior de la tienda a los consumidores, con el objetivo de incrementar las ventas y los ingresos.
Esta aplicación se basa en una tecnología llamada beacons. Los beacons son una especie de transmisores en miniatura que pueden emitir señales a los dispositivos cercanos mediante Bluetooth de baja intensidad. Así, por ejemplo, podrían identificar el producto que un usuario está llevando a la caja con intención de comprar y mostrarle promociones de productos relacionados. Todo ello contribuye a mejorar el importe medio del ticket de compra y los ingresos para la tienda.
Los dispositivos con internet de las cosas disponen de GPS que les ayuda a hacer un seguimiento de la ubicación de personas o cosas. Esta información sobre localización puede ayudar a los anunciantes a enviar anuncios más relevantes, de manera similar a los anuncios de búsqueda de Google que comentamos anteriormente.
Una posible aplicación de esta tecnología es mostrar anuncios a las personas que están cerca de un negocio. En lugar de ubicar beacons en el interior de la tienda, los anunciantes pueden apuntarlos al exterior para hacer que las personas que pasan cerca de la tienda reciban mensajes personalizados en sus dispositivos. Por ejemplo, en el caso de un restaurante, podemos enviar un mensaje con la oferta del plato especial del día.
El intent marketing se basa en segmentar a los consumidores según sus motivos o intenciones en torno a una marca en concreto. Esta forma de marketing ayuda a los negocios a optimizar sus estrategias para obtener mejores resultados.
Los dispositivos con internet de las cosas juegan un papel muy importante en esta táctica, ya que recopilan datos que permiten saber cuáles son las intenciones de los consumidores. Después, la marca puede utilizar estos datos para acompañar al usuario en el viaje hacia la conversión y enviarle contenido personalizado.
Una aplicación muy útil del intent marketing es discernir cuál es el tipo de producto que puede interesar más a un cliente potencial. Por ejemplo, si una persona entra en una tienda de electrónica con la intención de comprar altavoces, le mostraremos únicamente anuncios relacionados con estos productos o con productos complementarios.
Con el internet de las cosas, la comunicación entre marca y usuario no tiene por qué ser unidireccional. Con la campaña adecuada, son los propios consumidores los que toman la iniciativa de ver contenido promocional para obtener más información sobre un producto, por ejemplo, a través de códigos QR.
Un ejemplo muy interesante de ello es la campaña de la cadena de restaurantes Chili's durante el mundial de fútbol de 2018. Los usuarios podían escanear un código QR de las mesas para participar en un juego de fútbol con realidad aumentada y competir con otros comensales.