Ya lo dijo Francis Bacon: "la información es poder". Seguro que este pensador del siglo XVI no tenía en mente el marketing online, pero el caso es que hoy sus palabras siguen siendo tan ciertas como siempre.
El big data puede ser la llave que abra la puerta al bolsillo de tu target, o un montón de datos inútiles. ¿Cómo puedes saber si esta estrategia está siendo efectiva para tu marca? Muy sencillo: solo tienes que responder a estas 5 preguntas.
En el mundo del marketing online, la caducidad de los datos es un factor imprescindible. Solo tienes que echarle un vistazo a estas estadísticas para entender por qué:
Está claro que si buscas que tu big data sea efectivo, lo primero que necesitas es tener la certeza de que los datos son correctos. Y en el mundo en el que nos movemos, "correcto" es sinónimo de "fresco".
Obtener datos precisos no es tan fácil como pudiera parecer, ya que el procesamiento y el modelado son fundamentales. Por eso es importante contar con un proveedor que pueda garantizar una extracción y análisis correcto de los datos.
A no ser que seas un experto en análisis de big data, necesitarás a un profesional que haga el primer filtrado por ti y pueda explicarte exactamente qué está ocurriendo, con datos actuales, tendencias y comparativas. Ya sea que decidas contratar a alguien en plantilla o recurrir a un proveedor externo, necesitas contar con un analista de datos de plena confianza y que sea capaz de explicarte el proceso con claridad. Y es que, como ocurre en muchas áreas del marketing digital, por desgracia el big data no está libre de humo.
Antes de que te asustes, te explico el concepto: los datos tridimensionales o "3D" son los que abarcan tanto aspectos de la vida digital como de la vida offline de los usuarios.
Aunque cada vez hacemos más actividades online y confiamos en las compras por internet, lo cierto es que los datos digitales siguen contando solo una parte de la historia. Los usuarios también interactúan con publicidad en el "mundo real" y muchas de las conversiones se llevan a cabo ahí.
Por eso, para entender plenamente a tu target, necesitas que el big data que usas para tomar decisiones tenga esto en cuenta y sepa complementar la información online y offline para reflejar el viaje del consumidor.
Otra cuestión tan complicada como fascinante es la de a qué individuo se asigna cada conjunto de datos. Por ejemplo, un problema común es el de distinguir entre personas y hogares. Dado que (¡por suerte!) ambos miembros de una pareja suelen compartir las tareas y que la decisión de compra y la compra en sí pueden atribuirse a personas diferentes, vemos que este asunto puede llegar a ser muy complejo.
En general, la mayoría de los datos de compra se generan a través de los datos de la tarjeta del comprador, pero en muchos hogares este dato no da una imagen fiel de la realidad. Por eso, generalizar en este campo puede dar lugar a análisis incorrectos y con ellos, a conclusiones que nos alejen de nuestro objetivo en vez de acercarnos a él.
Al final, el quid de la cuestión no está en cuántos datos obtienes, sino en cómo los usas. Y en el caso del big data, como con otras tendencias de marketing, se puede correr el peligro de que los árboles no nos dejen ver el bosque.
Por eso, quizá la pregunta más importante que debes hacerte es cómo encajan los datos en tu estrategia de marketing online y cómo usarlos para conseguir tus objetivos de negocio. Por muy poderosa que sea una herramienta, no podemos apostar todas las decisiones a una sola carta. No te dejes cegar por los números, analiza a fondo la información y piensa en cómo encajan estos insights con el comportamiento que ya conoces de los usuarios. ¡Suerte!
Héctor Borrás