Por Gonzalo Anoz, publicado el 27 julio 2023
Son muchas las marcas que apuestan por el influencer marketing como estrategia para aumentar la exposición de la marca. Sin embargo, y desde hace algún tiempo, se ha popularizado el concepto "desinfluencer", una tendencia que consiste en criticar el consumismo o ciertos productos y servicios.
Te explicamos en qué consiste exactamente esta práctica y de qué manera puede afectar a las empresas.
¿Quiénes son los desinfluencers?
El marketing de influencia se relaciona directamente con consumismo, ya que es un tipo de estrategia que consiste en la recomendación de productos y servicios por parte de un personaje influyente en redes sociales con el único fin de animar a los seguidores a adquirirlos y pagar por ellos. Sin embargo, y desde hace algún tiempo, ha aparecido la figura del desinfluencer, que es todo lo contrario.
El desinfluencer son personas influyentes en redes sociales que dicen a los seguidores qué marcas es mejor evitar y qué productos no comprar. Es decir, son totalmente sinceros en sus opiniones y ayudan a los consumidores a tomar decisiones de una forma mucho más consciente y menos impulsiva. No se comprometen con ninguna marca y dicen directamente cuándo un producto o servicio de esta merece realmente la pena y cuándo no.
Esta tendencia surgió en TikTok, aunque poco a poco se ha extendido a otras redes sociales. De hecho, ahora es muy común encontrar influencers que se han unido a esta tendencia, algo muy valorado por parte de la audiencia, que confía más en este tipo de personas que en aquellas que siempre hablan bien de los productos y servicios que muestran en sus perfiles.
Origen de la tendencia de los desinfluencers y puntos clave
El desinfluencer surgió en TikTok, donde empezaron a aparecer usuarios que informaban a la audiencia sobre productos y servicios que valían o no realmente la pena, sobre todo dentro del ámbito de la moda y la belleza.
El número de visitas que acumulaban este tipo de vídeos fue creciendo hasta tal punto que cada vez aparecieron más creadores de contenido dispuestos a decir su opinión. Además, la audiencia valoraba muy positivamente este tipo de vídeos, ya que les permitía decidir de una forma mucho más consciente y menos impulsiva si ese producto o servicio merecía la pena o no. Justo por estos motivos el deinfluencer se convirtió en tendencia.
También se debe tener en cuenta que los hábitos de consumo están cambiando, ya que los consumidores cada vez son más escépticos y tienen más dudas acerca de lo que ven en redes sociales, esperando más sinceridad y una mayor transparencia por parte de los creadores de contenido. Este sentimiento, además, está muy relacionado con el poder adquisitivo de la audiencia, el cual ha disminuido tras la pandemia.
Entre toda esta tendencia desinfluencer también se ha popularizado el contenido en el que se recomiendan imitaciones o versiones más baratas de un producto, sobre todo dentro del ámbito tecnológico.
Sin embargo, y pese a todo lo mencionado, el desinfluencer no es el final del marketing de influencers, ya que es una tendencia en la que también se está influyendo al usuario. Tampoco supone el final del consumismo, pero sí que implica, como marca, enfocar de forma diferente una estrategia con influencers. Es decir, escoger muy bien el influencer con el que se quiere colaborar y el tipo de seguidores que tiene y lo que esperan de su contenido.
Cómo puede afectar a tu marca la tendencia desinfluencer
El desinfluencer puede afectar a cualquier marca, especialmente cuando la crítica por parte del influencer es muy negativa. Sin embargo, se pueden llevar a cabo estrategias para evitar campañas en contra de la marca o de alguno de sus productos o servicios.
Se debe analizar muy bien la crítica y analizar los puntos que se están atacando para poder ofrecer información que pueda contradecirlos. Esto puede lograrse contando con la ayuda de un influencer que esté satisfecho con la marca y sus productos y servicios y pueda crear contenido a favor. De esta manera quedará claro que para lo que unos está mal, para otros puede estar bien, generando una variedad de opiniones que harán reflexionar a los consumidores.
También se puede generar contenido con fines reputacionales y, sobre todo, debe cuidarse a la comunidad fiel y a los clientes.
Está claro que cualquier comentario negativo, especialmente cuando viene de una persona influyente, puede dar una mala imagen de marca, pero si se está preparado y se prepara una buena estrategia de marketing de contenidos, sin duda puede resolverse.