Por David Tomas, publicado el 31 mayo 2022
Organizar el trabajo del equipo de manera eficiente es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en marketing digital. Como marketers, trabajamos con diferentes canales, personas, objetivos… por lo que es necesario estar al día de todas las necesidades y coordinarse de manera eficaz.
Ante esta necesidad, la metodología agile y Scrum plantean una manera de organizar el trabajo basada en la transparencia y la adaptación. Vamos a ver qué es y cómo funciona para mejorar el trabajo en equipo.
¿Qué es la metodología Scrum?
Según la guía oficial de Scrum, “es un marco ligero que ayuda a las personas, equipos y organizaciones a generar valor a través de soluciones adaptables para problemas complejos”.
Scrum se basa en el trabajo de un Scrum Master para fomentar un entorno donde el propietario del producto ordena el trabajo de un problema complejo y el equipo de Scrum convierte una parte de ese trabajo en un incremento de valor durante un sprint. Al terminar el sprint, el equipo y las partes interesadas revisan los resultados y realizan los ajustes necesarios para el siguiente sprint.
Como parte de la metodología agile, Scrum se sustenta en 5 grandes valores: compromiso, enfoque, apertura, respeto y coraje.
Los roles del equipo Scrum
El equipo es la unidad fundamental de Scrum: se trata de un grupo de profesionales enfocados en un objetivo a la vez. Dentro de él no hay departamentos ni jerarquías, y son multifuncionales y autogestionados.
Hay 3 grandes roles dentro del equipo Scrum: el Scrum Master, el propietario de producto (Product Owner) y los desarrolladores.
Scrum Master
Este rol es el responsable de implementar la metodología Scrum, ayudando al equipo y a la organización a comprender tanto la teoría como la práctica. En definitiva, se trata de un líder que sirve al equipo Scrum y al resto de la organización. Sus tareas incluyen:
- Formar a los miembros del equipo en autogestión y multifuncionalidad.
- Ayudar al equipo a centrarse en crear incrementos de valor que cumplan con la definición acordada.
- Garantizar que todos los eventos de Scrum (definidos en el apartado siguiente) se llevan a cabo, son positivos y productivos y se completan en el tiempo establecido.
- Trabajar para eliminar los obstáculos que impiden progresar al equipo Scrum.
- Ayudar al propietario de producto a encontrar técnicas para definir eficazmente los objetivos del producto y a gestionar los retrasos.
- Facilitar la colaboración de las partes interesadas.
- Planificar la implementación de Scrum en toda la organización y mentorizar su adopción.
Propietario del producto (Product Owner)
Este rol es responsable de maximizar el valor del producto resultante del trabajo del equipo de Scrum y de la gestión eficaz de la pila del producto, incluyendo desarrollar y comunicar el objetivo del producto, crear y comunicar los elementos de trabajo pendientes, pedir los artículos de trabajo pendientes y asegurarse de que el trabajo pendiente es transparente, visible y comprendido.
El propietario del producto se encarga de tomar las decisiones correspondientes al contenido y el orden de trabajo pendiente del producto, y puede representar las necesidades de múltiples partes interesadas en el trabajo pendiente del producto.
Desarrolladores
Este rol corresponde a las personas que se comprometen a crear cualquier aspecto de un incremento funcional en cada sprint. Sus habilidades específicas varían en función del tipo de organización y de proyecto, pero en cualquier caso sus responsabilidades incluyen:
- Crear un plan para cada sprint (sprint backlog).
- Adaptar su plan a diario para dirigirse hacia el objetivo del sprint.
- Fomentar la calidad del trabajo.
- Responsabilizarse mutuamente como profesionales.
Los eventos Scrum
Podemos distinguir 5 eventos principales dentro de esta metodología.
Sprint
El sprint funciona como “contenedor” de todos los eventos de Scrum y se utiliza para generar regularidad y minimizar la necesidad de reuniones no definidas en Scrum.
El sprint es un evento de longitud fija (un mes o menos) que marca el ritmo del proyecto. Tras acabar un sprint, el siguiente empieza de manera inmediata. Todos los eventos detallados a continuación forman parte del sprint.
Cada sprint está orientado a un objetivo concreto, el “objetivo sprint”.
Planificación de sprint
Al inicio de cada sprint, se lleva a cabo una planificación para establecer el trabajo que se realizará para el mismo. Este plan se crea en colaboración con todo el equipo y se organiza en torno a tres temas:
- ¿Por qué este sprint es valioso? El propietario del producto propone cómo aumentar el valor y la utilidad del producto durante este sprint. A partir de esta propuesta, se define el objetivo sprint.
- ¿Qué se puede hacer este sprint? Los desarrolladores acuerdan con el propietario del producto qué elementos de trabajo incluir en el sprint actual.
- ¿Cómo se realizará el trabajo elegido? Los desarrolladores planifican el trabajo necesario para cada una de las tareas definidas.
Scrum diario
El Scrum diario o “daily” es una reunión de 15 minutos como máximo para los desarrolladores del equipo, que normalmente ocurre todos los días en el mismo sitio y a la misma hora. Su objetivo es inspeccionar el progreso hacia el objetivo del sprint y adaptar el trabajo pendiente según sea necesario.
En el Scrum diario, cada miembro del equipo explica qué hizo el día anterior, qué planea hacer durante la jornada actual y qué problemas ha encontrado hasta ahora.
Revisión del sprint
Al finalizar el sprint, el equipo revisa el resultado del sprint y determina futuras adaptaciones. Los resultados del trabajo se presentan a las partes interesadas y el equipo revisa lo que se ha conseguido y lo que ha cambiado en el entorno. Basándose en estos datos, los asistentes deciden los siguientes pasos a realizar.
Para un sprint de un mes, el tiempo máximo de este evento debería ser de cuatro horas.
Retrospectiva del sprint
Por último, el equipo Scrum revisa cómo fue el último sprint en cuanto a individuos, interacciones, procesos, herramientas y definición de hecho. Se analiza qué ha ido bien, qué problemas han surgido y cómo se han resuelto. A partir de ello, se identifican los cambios más útiles para mejorar la eficacia y se abordan lo antes posible.