El Data Science es un campo muy amplio utilizado por las empresas para analizar la información que recaban, comprender a sus clientes y su nicho, conocer patrones y predecir comportamientos. De entre todos los datos que maneja este ámbito del conocimiento, encontramos los denominados Small Data o datos pequeños. En este artículo te explicamos qué es, por qué puede ser útil para tu negocio y cómo lo puedes empezar a poner en práctica y sacarle todo el partido.
A día de hoy, las empresas pueden acceder a una gran cantidad de información gracias a la evolución de internet, pudiendo conseguir así un volumen de datos muy elevado también llamado Big Data. Sin embargo, el hecho de que exista tal cantidad de información dificulta su clasificación. Y es aquí donde el Small Data puede ser de gran ayuda, pues facilita la comprensión y entendimiento de dichos datos.
El Small Data es, por tanto, un conjunto limitado de datos cuya comprensión está facilitada por su formato sencillo.
A día de hoy, el Small Data se ha vuelto muy popular y son muchas las empresas que lo están incorporando en su dinámica de trabajo como sustituto al estudio de las grandes cantidades de datos o Big Data. Y, es que, a diferencia de estos, los datos pequeños son mucho más fáciles de asimilar y de utilizar por los profesionales.
Pese a ello, los datos pequeños siguen siendo un gran desconocido para muchas marcas.
Para que entiendas mejor el concepto, estos son algunos ejemplos de lo que sería el Small Data: historial de búsqueda de una página web, encuestas de opinión o datos de venta.
Al igual que en el Big Data, en los datos pequeños se utilizan aplicaciones tecnológicas muy concretas de minería de datos, las cuales estudian y recogen datos que, posteriormente, se agruparán en diferentes espacios. Algunos de los datos que pueden recabar son: tipos de noticias que consumen los usuarios, datos personales sobre ellos, tiempo de conexión a una determinada página, bits de documentos…
Es mucho más fácil de interpretar, por lo que no necesita de la implementación de tecnología especializada que conlleva un alto gasto ni tampoco contar con la ayuda de profesionales altamente especializados (científicos de datos) que sepan trabajar con la información. Esto es algo que beneficia, sobre todo, a las pequeñas y medianas empresas cuyos recursos son más limitados.
Los beneficios del uso de esta tecnología se pueden notar en un plazo corto de tiempo. Es decir, no se necesita contar con una perfecta recopilación de datos para empezar a poner en práctica estrategias basadas en ellos.
El conocimiento que permite obtener de los usuarios es mucho más amplio, ofreciendo a las empresas la posibilidad de crear campañas más relevantes para el público y mucho más personalizadas.
Si buscas una manera de incentivar a tu público a que realicen acciones concretas, los datos pequeños pueden serte de gran ayuda. Utilizando esta tecnología de forma adecuada sabrás la clave para impulsar a los usuarios a través de mensajes, ofertas y recomendaciones específicas.
La consecuencia de los anteriores beneficios te reportará uno también muy importante: un mayor ROI (retorno de la inversión) en tu negocio.
La diferencia fundamental y más importante entre estas dos formas de analizar los datos es que los datos pequeños son mucho más asequibles para los negocios. Esto se debe a que el uso del Big Data resulta más complicado y complejo, estándo limitado a esas empresas con una mayor capacidad de inversión.
Por otro lado, una de las diferencias más características es que el Big Data implica un gran volumen de datos, llegando estos a ser infinitos y sin estructurar. La información que alberga el Big Data es muy variada y su origen es muy diverso. En cambio, en los datos pequeños los datos son más específicos y fáciles de procesar.
Elegir entre Small Data y Big Data dependerá, principalmente, de la estrategia que cada negocio quiera llevar a cabo, pues no hay uno que reporte más beneficios que otros, ya que ambos presentan sus ventajas específicas. Mientras que la ventaja principal del Small Data es su gran capacidad de generar resultados en un tiempo récord, el Big Data hace posible la reducción de la equivocación al mínimo.
Aún así, hay empresas que optan por el uso de ambas tecnologías de una manera combinada. Por ejemplo, ponen en práctica el Big Data a la hora de rastrear a los usuarios que entran en su página web y, luego, utilizan el Small Data para transformar los datos recabados de ese rastreo. Para este último paso, también se pueden utilizar herramientas de terceros como Adobe Omniture o Google Analytics.
Este tipo de tecnología se puede introducir de forma muy fácil en cualquier empresa, pues como ya hemos dicho, no se necesita ni un gran equipo técnico ni humano para desarrollarla. Además, no será necesario tampoco un gran desembolso inicial.
Para implantar los datos pequeños en tu negocio, primero de todo es fundamental adaptar todos los aspectos de tu web que sean útiles para recabar información, de esta forma, los usuarios podrán proporcionarte toda la información que necesitas de ellos. Una vez hecha esta adaptación, el siguiente paso es establecer cómo vas a desenvolver el estudio del cliente, seleccionando además cuáles son los clientes potenciales en los que vas a centrarte. Por último, no te olvides de mantener siempre una escucha activa por redes sociales, así como de poner en práctica un análisis de cómo tu competencia directa utiliza este tipo de tecnología.
Es muy probable que, en un futuro no muy lejano, el uso de los datos pequeños gane cada vez más fuerza por su gran facilidad de manejo y los grandes beneficios que reporta. Por ello, te recomendamos que, aunque no lo quieras poner en práctica ahora, no le pierdas la pista a este tipo de tecnología tan útil para los negocios de hoy en día.