En las redes sociales, una imagen vale más que mil palabras. Pero ¡ojo!: tiene que ser la imagen adecuada. Necesitas que impacte, que esté acorde a lo que quieres transmitir como marca y sobre todo, que los usuarios puedan visualizarla correctamente en diferentes redes y dispositivos.
Como ya sabemos, las imágenes en las redes sociales tienen que responder a una serie de requisitos de tamaño para no aparecer pixeladas o cortadas. Dado que estas medidas son diferentes para cada red, tendrás que invertir tiempo y recursos en adaptar tus contenidos. Pero el esfuerzo merece la pena, ya que las publicaciones con imágenes tienen un impacto muy superior. Para echarte un cable, aquí tienes nuestra guía sobre el tamaño de las imágenes en redes sociales y cinco consejos infalibles para mejorar las tuyas.
Los tamaños de imágenes para la portada y el perfil de Facebook siempre son iguales, pero los de las publicaciones pueden variar en función del tipo de contenido (por ejemplo, si se incluye un enlace o no). Estos números te ayudarán a orientarte:
¿Sabías que los tuits con imágenes tienen hasta cinco veces más posibilidades de ser retuiteados? No dejes pasar la oportunidad y apunta estas medidas:
En esta red social, las imágenes lo son todo. Para que se vean mejor, ten en cuenta que puedes subirlas a una resolución mayor de la que se mostrará después. También necesitas escoger entre formato cuadrado, horizontal o vertical. En resumidas cuentas:
Aquí solo puedes personalizar las imágenes del perfil y de la cabecera, pero son clave para la imagen de tu canal. Dado que deben poder mostrarse bien en dispositivos como las smart TV, las imágenes de cabecera tienen un tamaño considerable.
Esta red da menos importancia al aspecto visual, pero no por ello debes descuidarla, ya que se trata de tu imagen de empresa. Estos son los tamaños recomendados:
Al igual que ocurre con cualquier otro tipo de contenido, las mejores imágenes casi siempre son fruto de una cuidadosa planificación y no de un disparo al tuntún.
Por eso, el primer paso para colgar buenas imágenes en las redes sociales es pensar qué es lo que quieres conseguir con ellas. ¿Cómo vas a reflejar los valores y las inquietudes de tu marca? ¿Cómo vas a conseguir que sean atrayentes para tu público?
Otro aspecto al que es necesario dedicar tiempo es el estilo. Muchas marcas optan por tener paletas de colores y tipos de imágenes muy definidos, de manera que el usuario sepa inmediatamente que se trata de una imagen de la marca.
Una vez tengas todo esto claro, puedes pensar en un calendario de publicación de imágenes e incluso producir y planificar varias por adelantado.
No hace falta ser fotógrafo profesional para obtener una imagen impactante, pero sí es recomendable seguir algunas reglas básicas:
No nos engañemos: detrás de cada selfie perfecto en Instagram suele haber docenas de intentos previos. La mejor manera de aprender y mejorar es seguir tomando fotos hasta que des con la imagen perfecta para tus redes sociales.
Prueba a cambiar ligeramente la ubicación de los objetos, los ajustes de la cámara, el ángulo desde el que tomas la foto... y cuando menos te lo esperes, habrás conseguido dar con la imagen que buscas.
Hoy en día existen en el mercado muchísimas herramientas de edición de imagen gratuitas o a bajo precio y que no requieren conocimientos especializados. Si aprendes a usarlas, podrás darle ese toque extra a tus imágenes que hace que los usuarios se paren a mirar dos veces. Estas son algunas de mis favoritas:
Las imágenes en redes sociales no son el mejor lugar para hacer tests A/B, ya que no puedes dividir a tu audiencia en dos. Pero eso no es excusa para no hacer pruebas y experimentos: gamas de colores, con o sin texto, diferentes horas de publicación... Poco a poco, seguro que consigues dar con la fórmula ganadora para que tu marca triunfe en las redes.