El filtro burbuja es un entorno informativo en el que el usuario se puede ver inmerso cuando solo recibe información relacionada con sus gustos y preferencias. Uno de los mejores ejemplos que existen de un entorno con filtro burbuja son las redes sociales.
Pese a que este tipo de entornos presenta una alta tasa de satisfacción por parte del público, ya que este ve contenido de su agrado, puede generar en la población un sesgo de percepción. Al únicamente ver información de un tipo, con una perspectiva o con una temática concreta, los usuarios se pueden generar estereotipos, suposiciones y prejuicios que no se corresponden con la realidad.
En el entorno digital, los algoritmos son el origen de estas burbujas de contenido. Estos conjuntos de claves de programación se encargan de ordenar y seleccionar el contenido que se muestra a cada usuario según diferentes parámetros.
Aunque los algoritmos son distintos dependiendo de a qué plataforma nos refiramos y pueden cambiar con el tiempo, en esencia se encargan de mostrar a los usuarios los contenidos que creen que más les pueden interesar a cada uno de ellos para intentar que se mantengan en la plataforma el mayor tiempo posible.
Sin embargo, los algoritmos se entrenan registrando los movimientos de cada usuario por la plataforma para mostrar contenido relacionado. Por tanto, nosotros como usuarios también participamos en la creación de estas burbujas de contenido.
De hecho, fuera del ámbito digital también se pueden crear burbujas de contenido si, por ejemplo, siempre leemos los mismos periódicos o solo leemos aquellos en los que se plasma una única forma de ver el mundo.
Saber que los algoritmos de determinadas plataformas nos muestran únicamente la forma de ver el mundo que coincide con la nuestra es el primer paso para desafiar el filtro burbuja. Tener esto siempre en mente cuando naveguemos por este tipo de entornos nos ayudará a tener siempre presente que lo que estamos viendo puede no coincidir con la realidad, pudiendo ser así más críticos.
Como hemos dicho, en las redes sociales es donde más se puede dar el filtro burbuja. Por eso, una buena estrategia para salir de él es seguir a cuentas que no coincidan con nuestros valores, estilo de vida y forma de ver el mundo. De esta forma, podremos empezar a tener una visión más amplia y real de nuestro entorno. Además, así el algoritmo nos empezará a recomendar contenido diferente.
A veces es inevitable caer en las burbujas de contenido, ya que como usuarios nos apetece ver contenido que nos guste y que se relacione con nuestra forma de ser. No obstante, para no ser una víctima de las burbujas de contenido, es recomendable verificar cualquier tipo de afirmación o noticia antes de creerla o darla por cierta.