Por Héctor Borrás, publicado en 12 julio 2021
Cada vez hay más marcas que añaden el geomarketing dentro de sus estrategias de marketing, ya que es una de las formas de hacer crecer las ventas. Este concepto hace referencia a una segmentación de la audiencia mucho más precisa con el fin de llegar exclusivamente a aquellas personas de una zona determinada que más interés pueda tener en el producto o servicio que ofrece la empresa.
Te explicamos a continuación en qué consiste exactamente esto del geomarketing.
¿Qué es el geomarketing y tipos?
Se ha podido comprobar que el interés entre un tipo de producto u otro puede variar en función de la localización. El geomarketing, entonces, consiste en analizar los hábitos de consumo, los intereses y necesidades del público teniendo en cuenta su ubicación. Esto es posible gracias a los dispositivos móviles, a las redes sociales o a los correos electrónicos, entre otros datos o herramientas que puedan dar información sobre el lugar en el que se encuentra la persona.
Hay diferentes tipos de geomarketing:
El regional: cuando el análisis incluye a la audiencia de más de un país o área que tiene un mercado muy parecido.
País, estado o ciudad: en este tipo de geomarketing se analizan las diferentes áreas que forman una región, como países, estados o ciudades.
Local: en este caso se analiza el diferente tipo de público que hay dentro de una ciudad.
Micro Local: el análisis se centra en una zona muy específica dentro de una ciudad, como un barrio o una calle.
Nano Marketing: en este caso se analiza el comportamiento que tiene el público dentro de un espacio muy determinado, como un supermercado.
El geomarketing, entonces, tiene como objetivo determinar la composición de un mercado dentro de una zona geográfica concreta, que puede ser más o menos amplia.
Beneficios del geomarketing
Una de las principales ventajas del geomarketing es que permite saber dónde se encuentran aquellas personas que realmente pueden interesarse por el producto o servicio que ofrece la empresa. Incluso es una forma de conocer dónde están instalados los principales competidores. Sabiendo todo esto, las campañas pueden segmentarse para focalizarse en aquellos puntos donde más éxito vayan a tener. Es decir, a través de este análisis se puede encontrar el mejor sitio para abrir una tienda física o para poner un anuncio publicitario, entre otras cosas.
Cómo usarlo en tu estrategia de marketing
Antes de nada debe determinarse un objetivo, después deberá realizarse un análisis geográfico para encontrar dónde se encuentran los clientes potenciales. Para saber esto, y que sirva para aumentar las ventas, se debe crear una base de datos que contenga esa información.
Las redes sociales son un gran aliado para este tipo de tarea, ya que algunas de ellas, como Facebook e Instagram, permiten crear anuncios basados en la localización, la cual puede ser desde regional hasta micro local.
Además, estas mismas redes sociales permiten saber dónde se encuentran los usuarios cuando publican contenido. Solo deberá encontrarse el contenido que esté relacionado con el producto o servicio que se quiere ofrecer y, después, concluir con los puntos geográficos donde más éxito tendrá.