La interfaz de usuario es el medio audiovisual que sirve como punto de interacción y comunicación entre el usuario y el sistema informático.
Es decir, es el puente que conecta a los usuarios con la tecnología a través de botones, ventanas, iconos, menús y otros controles gráficos dentro de una aplicación o página web. Teniendo en cuenta que es a través de la interfaz de usuario que el usuario puede controlar, interactuar y navegar por la aplicación o sitio web, cuanto más intuitiva y fácil de utilizar sea, mejor será la experiencia de usuario.
La función principal de una interfaz de usuario, conocida también como IU, es permitir las interacciones entre usuarios y máquinas, especialmente aplicaciones y sitios web. También es la responsable de facilitar la navegación a través de diferentes secciones y funcionalidades.
A través de la interfaz de usuario también se presenta la información de manera clara y organizada y se da una respuesta a cualquier tipo de acción, ya sea de forma visual o auditiva.
Otra de las funcionalidades de la IU es hacer que el sistema sea accesible para todos, permitiendo que aquellos usuarios que tengan algún tipo de discapacidad puedan utilizar la aplicación y navegar por la página web sin problemas.
Además, la interfaz de usuario es también la parte visual y estética de la app o sitio web, por lo que debe tener un diseño atractivo y coherente.
Un buen diseño de interfaz debe ser atractivo visualmente, pero sin perder la coherencia y claridad. Esto significa que aunque se presente de una forma llamativa para el usuario, la información debe presentarse siempre de forma cómoda, clara, concisa e intuitiva.
En cuanto a la coherencia de la interfaz gráfica, significa que todos los elementos deben tener una unidad de diseño y propósito, así como una finalidad clara. Cuanto más estructurado y entendible sea todo, mejor.
Otra característica interesante para una interfaz de usuario es que esta sea flexible y capaz de adaptarse a cualquier usuario.
Existen diferentes tipos de interfaz de usuario en función de cómo se lleve a cabo la interacción o navegación:
Interfaz gráfica de usuario o GUI: es una de las más comunes, ya que es aquella que permite la interacción y navegación mediante un teclado o ratón. La respuesta a cualquier acción se obtiene interactuando con menús, botones y otros elementos.
Interfaz de usuario natural o NUI: es otra de las interfaces más comunes, ya que permite la interacción o navegación a través de toques o gestos en la misma pantalla. En este caso la respuesta también se obtiene interactuando con menús, botones y otros elementos, pero no se necesita ni teclado ni ratón, sino una pantalla táctil o un sistema de reconocimiento de movimiento.
Interfaz de usuario de texto o TUI: en este caso el usuario debe utilizar el texto para poder dar órdenes o poder ejecutar una acción específica.
Interfaz de usuario por voz o VOI: es un tipo de interfaz muy parecida a la TUI, solo que las órdenes o comandos se dan por voz.
Command-Line Interface o CLI: es un tipo de interfaz que prácticamente no se utiliza y está en desuso, ya que requiere conocimientos técnicos específicos. En este caso el usuario solo puede interactuar con el sistema introduciendo comandos.
Elegir el tipo de interfaz dependerá, sobre todo, del tipo de dispositivo para el que esté diseñada esa aplicación o página web.
Actualmente, pueden encontrarse muy buenas interfaces. Una de ellas es la de Airbnb, que es intuitiva, coherente y fácil de utilizar. A través de ella el usuario puede encontrar alojamiento en prácticamente cualquier lugar del mundo en unos pocos clics. También permite obtener información sobre cada uno de ellos y realizar la reserva.
Fuente: static.euronews.com
Amazon también es un buen ejemplo de interfaz efectiva, ya que su diseño está pensado exclusivamente para que el usuario compre. Su barra de búsqueda facilita mucho la interacción con la página web y los elementos visuales hace que las probabilidades de compra aumenten.
Fuente: media.licdn.com