Diccionario de Marketing Digital

Qué es el opt-out en email marketing y cómo evitarlo

Escrito por Oier Gil | 24 de abril de 2024 8:00:00 Z

El opt-out agrupa las diferentes formas que tiene un contacto de darse de baja o eliminarse de una lista de contactos para no recibir más información sobre una marca o un producto o servicio. Este concepto se asocia al email marketing, ya que en los correos suele incluirse un botón para cancelar la suscripción.

 

 

Tipos de opt-out

Existen tres tipos de opt-out, el unsubscribe o darse de baja, que es el más conocido porque se incluyen en las newsletters; el opt-out activo y el opt-out pasivo.

El unsubscribe o darse de baja sirve para darle a los usuarios la opción de borrarse de la lista de contactos. Los motivos pueden ser varios, pero principalmente se debe a que el tipo de contenido no es el que esperaba el usuario, que ha dejado de resultarle interesante o que la frecuencia no es la adecuada.

El opt-out activo, por su parte, es aquel en el que ya se especifica desde el principio que no se quiere recibir ningún tipo de información promocional de la empresa. Es decir, en el momento de crearse la cuenta o de realizar una compra que requiera un registro, ya se indica expresamente que no envíen newsletters. 

Y, finalmente, el opt-out pasivo es aquel en el que el usuario intenta salir de una base de datos o lista de difusión para interrumpir unos correos electrónicos que no ha solicitado recibir.

 

Diferencia entre opt-out y opt-in

Existe una diferencia clara entre opt-out y opt-in, y es que mientras que el opt-out es la forma que tiene el usuario de darse de baja y salir de una lista de contactos, el opt-in agrupa las formas con las que un usuario puede unirse a estas listas para recibir correos electrónicos específicos.

 

Consejos para evitar el opt-out

Es normal que un pequeño porcentaje de usuarios dejen de interesarse por la empresa y no debe dificultarse ni impedirse que los suscriptores se den de baja. De hecho, hay que tener claro es que perder suscriptores, siempre que sea de una forma muy moderada, no es malo, ya que lo más interesante en una estrategia de inbound marketing es llegar a los usuarios que realmente estén interesados en lo que la marca ofrece. 

Sin embargo, hay algunas estrategias y buenas prácticas que pueden ayudar a reducir ese porcentaje. Una de ellas es cuidar la frecuencia con la que se envían los correos electrónicos o mensajes informativos, siendo lo óptimo que sea mínimo cada quince o treinta días aproximadamente. También es muy importante el contenido que aportan esos envíos, que debe ser interesante y de calidad.

Además de la frecuencia y el contenido, es importante cumplir con las expectativas de los suscriptores. Si esperan recibir ofertas y promociones pero solo reciben información sobre productos o servicios, muy probablemente se den de baja porque no se están cumpliendo con las expectativas.