En el mundo de la publicidad online de hoy se habla constantemente del inbound marketing, pero no tanto de su contrapartida, el outbound marketing. Ambos conceptos, inbound & outbound marketing, son como dos caras de la misma moneda, por lo que es necesario tener claro qué son, su origen, las diferencias entre ambos y cómo los podemos implementar en nuestras estrategias.
Llamamos outbound marketing al conjunto de acciones promocionales cuyo objetivo es vender productos y servicios a los usuarios y que se producen en un solo sentido, esto es, que la comunicación siempre va desde la empresa hacia el usuario.
Las acciones de outbound marketing se presentan de manera inesperada, sin que el usuario las solicite y por lo general interrumpiendo otras acciones (o el consumo de otros contenidos).
En general, casi toda la publicidad tradicional podría clasificarse dentro del outbound. Es el caso de los anuncios en medios, los carteles publicitarios y mupis, el merchandising y los stands de venta directa, entre otros.
Pero también podemos encontrar acciones típicamente outbound dentro del mundo del marketing online, como los banners en páginas webs y redes sociales, los anuncios de pago en Google AdWords, los vídeos publicitarios insertados y un largo etcétera.
A pesar de llevar mucho tiempo entre nosotros, el término "outbound marketing" no se acuñó como tal hasta 2005, cuando Hubspot definió el concepto de inbound marketing y por tanto tuvo que poner también nombre a su opuesto.
El inbound y el outbound marketing se diferencian en varios aspectos clave:
Hoy en día la tendencia del sector es tender a valorar más el inbound marketing, ya que presenta ciertas ventajas. Pero es un error dejar totalmente de lado el outbound, ya que ambas estrategias son complementarias. Por ejemplo, podemos combinar la creación de un blog de marca (inbound) con anuncios en las redes sociales (outbound) para atraer visitantes a una landing page determinada y así incrementar las conversiones.