El speedwatching es un término que sirve para hacer referencia al visionado de un contenido a una velocidad acelerada o más alta de lo normal. El speedwatching surge cuando algunas aplicaciones y plataformas en streaming dan como opción ajustar a 1,25x, 1,5x o, incluso, 2x la velocidad normal con el objetivo de adaptarse a la tendencia de consumir mucho en poco tiempo, algo que se ve en redes sociales.
Teniendo en cuenta qué es el speedwatching, cuando se diseña una estrategia de contenidos o una campaña publicitaria hay que hacerlo pensando en la forma en la que lo consumirán los espectadores, ya que muy probablemente también sea a una velocidad más alta. Esto significa que el mensaje y los detalles más importantes deben ser perceptibles y claros a cualquier velocidad de visionado.
El speedwatching surge cuando el usuario empieza a valorar el tiempo que dedica al consumo de contenido y empieza a escoger, siempre que se le da la oportunidad, velocidades aceleradas.
Esto plantea una serie de desafíos a las marcas, ya que deberán diseñar estrategias de contenido o publicitarias capaces de captar la atención del público en unos pocos segundos, lanzando mensajes y haciendo perceptibles los detalles más importantes a una velocidad más alta de lo normal. De hecho, se ha podido comprobar que el contenido a una velocidad acelerada hace que el usuario retenga menos información, de ahí que los detalles clave deban ser más claros.
Otro detalle importante es que la calidad narrativa deberá mantenerse. Esto significa que aunque el visionado se haga a un ritmo acelerado, todos los detalles y mensajes que dan coherencia a la historia deberán percibirse y entenderse sin problemas incluso ajustando a 2x la velocidad normal. Dentro de esto detalles y mensajes está el impacto emocional, el cual debería poder percibirse de la misma forma si se quiere llegar al usuario de una forma efectiva.
Sin embargo, el speedwatching no plantea únicamente problemas y desafíos, ya que supone un nuevo recurso u oportunidad para aumentar el alcance y mejorar el posicionamiento, especialmente si se consigue crear un contenido conciso que impacte. Esto implica ser capaz de transmitir un mensaje de forma efectiva en pocos segundos y exprimir al máximo recursos disponibles que no se plantearían en una estrategia común, como la introducción de formatos interactivos que hagan partícipe a la audiencia.
Aunque el speedwatching se ha vuelto tendencia entre la sociedad, que quiere información de forma rápida y valora su tiempo más que nunca, no hay que olvidarse del análisis de datos, ya que es importante conocer cómo interactúan los usuarios con el contenido y a qué velocidades lo hacen para poder diseñar una estrategia de redes sociales o en cualquier otro medio que se adapte a ello.