Por Helena Alcoverro, publicado el 21 febrero 2020
A medida que la publicidad digital va integrando las nuevas tecnologías, los formatos no dejan de evolucionar... y el advergaming es un gran ejemplo de ello. Aunque ya lleva años entre nosotros, este tipo de publicidad ha calado entre las compañías, ya que cada vez más marcas apuestan por él. Te contamos qué es el advergaming, ventajas y ejemplos.
¿Qué es el advergaming?
El advergaming es una técnica publicitaria que se basa en publicitar marcas a través de videojuegos, con el objetivo de generar notoriedad y mejorar el engagement.
Los juegos elaborados como parte de una estrategia de advergaming suelen ser gratuitos y distribuirse de manera online y compatible con diferentes dispositivos. El protagonista de los mismos es la marca, empresa, producto, institución o servicio que se quiere promocionar.
Hay que distinguir el advergaming de la publicidad insertada dentro de un videojuego, por ejemplo, los banners dentro de los estadios de videojuegos deportivos. En el advergaming, la presencia de marca no es secundaria, sino que constituye el núcleo del juego.
Ventajas del advergaming
- Ofrece una manera no intrusiva de conectar con el público. El propio usuario es el que se dirige al juego e interactúa voluntariamente con él.
- Es fácil de personalizar. Al diseñar un videojuego desde cero (o adaptando una mecánica ya existente), la marca puede incluir su estilo y sus valores para crear un producto único y representativo.
- Se viraliza con facilidad. Los juegos son muy adictivos y entretenidos, y tienen un componente social (¡solo hay que ver el éxito de Candy Crush en Facebook!). Por tanto, hay muchas probabilidades de que los usuarios los compartan.
- Es fácilmente medible. Podemos registrar todas las interacciones de los usuarios con el juego, como el tiempo que pasan jugando, el número de veces que entran o la pantalla en la que abandonan.
3 ejemplos famosos de advergaming
1) Polowers de Volkswagen. Una campaña destinada a hacer que los usuarios hablaran del Volkswagen Polo en Twitter, especialmente enfocada en los más jóvenes. Para conseguirlo, organizaron un juego a través del hashtag #Polowers, una especie de carrera virtual en la que se avanzaba a base de tuits. Como no podía ser de otra manera, el premio para el ganador era un coche de la marca.
2) Magnum. Esta marca de Unilever logró atraer nada menos que a 7 millones de personas con un juego basado en ayudar a la protagonista a recoger chocolates en sitios populares de dentro y fuera de internet: un safari, Nueva York, Italia, Spotify, YouTube... Una premisa sencilla, pero que logró enganchar a su público.
3) M&Ms. Esta marca ha sabido aprovechar un juego "de toda la vida" como el Conecta 3 para desarrollar su propio advergaming de marca. El objetivo era colocar un mínimo de 3 M&Ms iguales juntos para que se fueran eliminando: un sistema de juego clásico, pero adictivo y efectivo. Además, también crearon su propio videojuego de aventuras para PlayStation, M&Ms: Shell Shocked, con más de 20 niveles y que podía descargarse de manera gratuita.
