El SEO ya no es lo que era.
Nuestra manera de utilizar los buscadores ha cambiado mucho en los últimos años. En lugar de disparar combinaciones de palabras clave y esperar que nos entiendan, ahora sabemos que podemos dirigirnos a ellos con la misma naturalidad que si estuviéramos preguntando a una persona. Y la mayoría de las veces, el buscador nos entiende y es capaz de resolver nuestra duda. ¿Es magia? No, es la búsqueda semántica. ¡Acompáñame a conocer todos sus secretos!
Según Wikipedia, "la búsqueda semántica es un proceso utilizado para mejorar las búsquedas por Internet mediante el uso de datos de las redes semánticas para desambiguar las consultas y el texto de la web con la finalidad de encontrar los resultados más relevantes en relación a la demanda del usuario".
La característica más destacada de este tipo de búsqueda es que ya no cuentan tanto las palabras clave exactas, sino el significado de la búsqueda, esto es, su intencionalidad y su contexto.
El contexto son los factores que rodean a la búsqueda y que ayudan a los buscadores a mostrar resultados más relevantes en relación a la intención real del usuario. Por ejemplo, no se le mostrarán los mismos resultados a una persona que busque "restaurantes" en Madrid y en Pekín.
Lógicamente, la ubicación es un elemento muy importante del contexto, pero no es el único. También se tienen en cuenta aspectos como el historial de búsquedas anteriores, la fecha y la hora, el idioma y otros.
Un concepto clave para entender las búsquedas semánticas es el de las entidades. Para Google, una entidad es una "cosa" con nombre, por ejemplo, una persona, un lugar de referencia o un objeto. La idea es que estas entidades vayan reemplazando a las palabras clave tradicionales.
Las entidades pueden ser de dos tipos: nombres propios asociados a entidades únicas (por ejemplo, el nombre de una ciudad) y nombres comunes. En general, si algo es un sustantivo, puede calificarse como entidad a ojos de Google.
Además, Google es capaz de entender la relación entre entidades, normalmente a través de frases con un sujeto, un verbo y un predicado. Por ejemplo, es capaz de entender que la entidad "Museo del Prado" está relacionada con la entidad "Madrid". También es capaz de entender que dos búsquedas con términos diferentes pueden referirse a una misma entidad.
Un planteamiento clave del SEO semántico es pensar en las entidades que contiene un texto y cómo están relacionadas entre sí, siempre buscando escribir textos naturales y que den respuesta a las necesidades de los usuarios.
Llegamos al meollo de la cuestión: ¿cómo podemos adaptar nuestra estrategia SEO a esta nueva manera de entender la búsqueda para que nuestras páginas sigan posicionando y recibiendo visitas? Te contamos las claves.
Uno de los problemas clásicos de la búsqueda es la ambigüedad. Por ejemplo, si un usuario escribe "Python", no tenemos claro si se refiere al lenguaje de programación o a los Monty Python. Si además a Google no le queda claro a cuál de las dos cosas se refiere nuestra web, el resultado no puede ser bueno.
Por tanto, tenemos que hacer que Google entienda a qué entidad de información se refieren nuestros contenidos. Podemos conseguirlo aplicando estas dos pautas:
Utilizar las palabras clave de manera literal es cada vez menos importante en la estrategia SEO, pero eso no implica que debamos olvidarnos de ellas. En su lugar, tenemos que replantear cómo investigamos y utilizamos las keywords.
Las técnicas "clásicas" de investigación de palabras clave, como analizar el volumen de búsquedas utilizando la herramienta de palabras clave de Google, siguen siendo válidas. Pero en lugar de centrarnos en un término concreto, tenemos que pensar más en frases que los usuarios introducen en los buscadores o preguntan a los asistentes de voz.
Para obtener ideas, mi recomendación es que complementes las herramientas de palabras clave con los resultados de búsqueda de Google, las sugerencias de búsquedas relacionadas y Google Trends.
La evolución del SEO tiende a abandonar las técnicas más "artificiales", como el keyword stuffing, e ir hacia generar una buena experiencia para los usuarios.
No hay atajos: si quieres que tu contenido aparezca bien posicionado en las búsquedas, tienes que aportar valor. Analiza qué necesitan realmente las personas de tu público objetivo, investiga qué recursos existen actualmente en internet para resolver esa necesidad y proponte que tu propio contenido sea claramente mejor que ellos. La inversión de tiempo y esfuerzo merecerá la pena.
Uno de tus principales objetivos en la búsqueda semántica es hacer que tanto los usuarios como los buscadores entiendan exactamente a qué te refieres y evitar la ambigüedad tanto como sea posible.
Por tanto, piensa sobre cómo aportar un contexto a la información para que esta sea fácil de entender y de relacionar con otras cosas que el usuario ya conoce.
En búsqueda semántica se utiliza el término "co-ocurrencia" para referirse a los términos que suelen ir juntos y que ayudan a contextualizar el significado de una palabra. Por ejemplo, si hablamos de "Python", el lenguaje de programación, es normal que en el texto encontremos palabras como "informática", "programar", "aplicaciones" o referidas a otros lenguajes de programación ("Javascript", "C++"...). Para planificar tus contenidos y darles un contexto, debes identificar todas estas palabras "co-ocurrentes" y pensar en cómo incluirlas de manera natural en tu contenido.
El link building es una de las técnicas SEO que más han evolucionado en los últimos años. Las técnicas de compra e intercambio de enlaces, que solían ser muy populares, ahora no solo no funcionan sino que están severamente penalizadas por Google. En su lugar, estos son los consejos para generar enlaces que favorezcan las búsquedas semánticas:
Cada vez es más frecuente que los usuarios introduzcan directamente una pregunta en el buscador (o se la hagan a su asistente de voz), en lugar de buscar palabras clave. En respuesta a esta tendencia, Google ha empezado a mostrar una "posición cero" o featured snippet, en la que destaca los contenidos que pueden dar una respuesta rápida a las preguntas de los usuarios.
Por tanto, cuando planifiques tu contenido, piensa en las dudas más frecuentes de los usuarios sobre el tema y trata de estructurar el texto para darles respuesta.
Las búsquedas semánticas no solo tienen en cuenta cada contenido por separado, sino también cómo está organizada la información dentro de tu sitio web y cómo se enlazan las diferentes páginas entre sí.
Una buena planificación de la arquitectura de tu sitio ayuda a que Google entienda mejor las diferentes entidades a las que se refiere tu web y optimiza el "presupuesto de rastreo", de manera que Google puede recorrer el sitio de manera más eficiente y por tanto indexarlo mejor.
Para organizar mejor tu sitio web de cara a las búsquedas semánticas, ten en cuenta estas prácticas recomendadas: