El brand ambassador o embajador de marca es una figura que se ha vuelto clave dentro de muchas estrategias de influencer marketing. Se trata de una persona que actúa como representante de una marca transmitiendo sus mismos valores y promocionando y mostrando sus productos o servicios en diferentes medios, incluso en redes sociales, convirtiéndose así en una especie de imagen corporativa.
Te explicamos cómo se puede crear un buen programa de brand ambassador para poder reforzar y aumentar la visibilidad de marca, diferenciarse de la competencia y aumentar las ventas.
Un brand ambassador es una persona que se convierte en la imagen corporativa de la empresa, por lo que sus mensajes se asociarán directamente con la marca a la que represente. Esto significa que los valores e ideas que transmita como persona deben ser compatibles e iguales a los que transmite como embajador de marca. De esta manera sonará creíble y se generará una relación de confianza con el público.
Partiendo de esta base, para encontrar un buen brand ambassador se puede buscar entre:
En función del tipo de empresa será más cómodo buscar a esa imagen corporativa en un lugar o en otro. Eso sí, lo más importante es que el perfil de esta persona encaje con el de la marca.
La figura del brand ambassador es diferente a la del influencer, ya que mientras este último tiende a hacer colaboraciones puntuales, con un embajador de marca se busca una colaboración a largo plazo. Otra diferencia clave es la exclusividad, ya que un influencer puede colaborar con otras marcas, pertenezcan o no al mismo sector, mientras que un brand ambassador no.
Todo esto significa que una marca deberá recurrir a un embajador de marca siempre que busque exclusividad, compromiso y una relación a largo plazo y a un influencer cuando busque una colaboración puntual para una campaña específica.
En función del objetivo se pueden distinguir diferentes tipos de programas de brand ambassadors, siendo estos cinco los más utilizados:
Los programas son compatibles entre sí, lo que significa que pueden utilizarse varios al mismo tiempo.
Con el fin de poder crear un buen programa de embajadores de marca, independientemente del tipo, será necesario tener en cuenta lo siguiente:
Antes de realizar cualquier tipo de acción se deben establecer muy bien los objetivos, ya que esto determinará el tipo de estrategia que se seguirá. Algunos de los objetivos más comunes son aumentar las ventas, ganar en visibilidad y crear contenido de calidad e interesante para la audiencia.
Además, tener claro el objetivo puede ser muy útil para encontrar a un brand ambassador que encaje dentro de la empresa.
El embajador de marca es una pieza clave dentro de esta estrategia, por lo que es importante escoger a aquellas personas que tengan unos valores, unas ideas y unas cualidades iguales o compatibles con las de la empresa, ya que se convertirán en la imagen y cara visible de esta.
Lo ideal sería buscar a los embajadores entre los clientes y empleados, aunque también pueden utilizarse plataformas creadas exclusivamente para eso.
Todo embajador de marca necesitará la ayuda de la empresa para poder hacer una buena promoción. Así que darle acceso a herramientas que le ayuden a llevar a cabo su trabajo de una mejor forma es tan importante como que la persona comparta valores con la marca. Esto significa que además de recibir productos o tener acceso a los servicios de la marca para poder hablar de ellos, sería interesante que participara en talleres, cursos o cualquier actividad relacionada con su actividad.
Para que los embajadores se sientan motivados y se comprometan con la marca es importante que se sientan valorados y que reciban unas recompensas con las que compensar ese trabajo. Estas compensaciones pueden ser económicas o en forma de tarjetas regalo, descuentos, productos gratuitos…
También es interesante y muy útil preguntarles cómo se sienten y qué opinión tienen respecto a su trabajo, ya que esto les hará sentir parte de la empresa y puede dar pistas de si necesitan ser compensado de alguna otra forma. Además, siempre que se tenga la posibilidad es importante mencionarlos para agradecerles todo el esfuerzo.
Para saber si la estrategia está teniendo buenos resultados o no será necesario hacer un seguimiento de cada uno de los embajadores. Todos los datos son importantes para saber qué está funcionando y qué debería cambiarse: fecha de las publicaciones e impacto de cada una de ellas, alcance de la marca, tráfico, recompensas emitidas…
También sería interesante informar de los resultados a los embajadores, para que cada uno de ellos sepa cómo enfocar las siguientes publicaciones o qué acciones llevar a cabo para mejorar.
Para que un programa de brand ambassadors funcione la comunicación bidireccional entre marca y embajador es clave. Esto implica enviar actualizaciones frecuentes a los brand ambassadors con las fechas de lanzamiento de productos, ofertas, promociones, eventos… Teniendo toda la información podrán crear contenido de una forma mucho más eficaz.
Otro punto es importante es el de recibir comentarios y opiniones por parte de los embajadores respecto a los productos o servicios de la empresa. Y hay que recordar que se trata de un trabajo en equipo, por lo que está bien ofrecer sugerencias y querer recibirlas para poder mejorar.
Podemos concluir, entonces, que la figura del embajador de marca puede ser una pieza clave dentro de una estrategia de influencer marketing. Eso sí, hay tres pilares fundamentales para que funcione y dé buenos resultados: hay que escoger muy bien a la persona o personas que desempeñen este papel, hay que crear un buen programa antes de realizar cualquier acción y hacer un buen seguimiento durante para poder hacer las modificaciones que correspondan.