A día de hoy, existen más de 200 millones de creadores de contenido en todo el mundo, es decir, personas que a través de diferentes plataformas como las redes sociales o las páginas web comparten con el mundo fotografías, vídeos y texto de una gran variedad de temas, en algunos casos llegando a conseguir vivir de ello.
De hecho, las empresas tienen un papel muy importante en la creator economy (economía del creador), pues a través de colaboraciones o acciones de marketing pueden comenzar a crear una relación profesional beneficiosa para ambos. Si como empresa te interesaría comenzar a trabajar junto a creadores de contenido, en este artículo te contamos todo acerca de la creator economy para que sepas cómo aprovecharla para lograr tus objetivos de marca.
Cuando hablamos de creator economy (economía del creador) hacemos referencia al conjunto de ingresos que un creador de contenido consigue gracias al contenido que sube a internet, sea en el formato que sea, y a otro tipo de actividades relacionadas con su faceta de creador. De esta forma, la monetización puede provenir de diferentes fuentes:
La posibilidad de que exista una creator economy se debe a la evolución de la tecnología, en concreto de los móviles, las cámaras, los ordenadores, la conectividad a internet, etc. Sin embargo, lo que marcó un antes y un después, aumentando las posibilidades de ingresos de los creadores de contenido fueron las redes sociales. Ellas fueron las que potenciaron la visibilidad de los creadores y las que hicieron posible que estos pudieran vivir de ello.
Instagram es la red social que lidera la participación en el creator economy, pues hay más de 30 millones de creadores en la plataforma, 500.00 de los cuales trabajan a tiempo completo en esta área. Por su parte, YouTube ocupa la segunda posición con más de 12 millones de creadores, y le sigue Twitch con 2 millones. Además de estas, también encontramos otras plataformas con una gran presencia de creadores, como TikTok, Only Fans y Patreon, entre otras.
Este modelo de monetización es el que se lleva a cabo en YouTube. Los creadores de contenido suben vídeos a la plataforma y en diferentes partes de los mismos aparecen anuncios. La cantidad de publicidad que se muestre en ellos influye en su remuneración en la plataforma. Por su parte, las empresas pueden aprovecharlo para publicitarse y llevar a cabo su propia estrategia de marketing.
Es muy común en las redes sociales que no ofrecen una remuneración a sus creadores por el contenido subido, como es el caso de Instagram. A diferencia del caso anterior, donde la plataforma es una intermediaria entre el creador y la empresa que se publicita, aquí las empresas acuerdan patrocinar el contenido directamente con el creador. Esta forma de remuneración la utilizan mucho las empresas que ponen en práctica el marketing de influencia. Normalmente, el creador de contenido sube su contenido como es habitual, pero dedica cierto tiempo a hablar de la marca que le patrocina.
Es parecido al sponsored content (contenido patrocinado), pero en este caso el creador de contenido no dedica un espacio de tiempo de su contenido a hablar de la marca para luego continuar con su contenido, sino que el producto en cuestión forma parte del escenario del vídeo, de la fotografía o del texto para que el público lo pueda ver durante todo el tiempo que pase disfrutando del contenido. Es habitual verlo en retransmisiones en directo de Twitch de grandes streamers.
Los tippings o propinas es una forma de monetizar el contenido que permite, entre otras, la red social TikTok. En este caso, son los espectadores los que directamente pueden enviar los pagos al creador a través de la plataforma de forma totalmente voluntaria. Está más orientado al público que a las empresas. Sin embargo, una empresa también puede hacerlo, incluso podría llegar a un acuerdo de remuneración con un creador para ofrecerle X propinas periódicamente.
Tanto YouTube como Instagram las han incluido en sus posibilidades de remuneración para creadores. Al igual que las propinas, las suscripciones de pago están más orientadas a que sean los usuarios y no las empresas las que realicen el pago. Con la suscripción (normalmente mensual), las personas suscritas pueden acceder a contenido exclusivo del creador, además de al público.
Los creadores de contenido también suelen poner a la venta contenidos digitales, como ebooks (libros digitales), presets (filtros para fotografías) o masterclasses, entre otros, los cuales les permiten hacer más variada su creator economy. Las marcas pueden participar patrocinando dichos contenidos a cambio de que salga su nombre en ellos.
Aquellos creadores de contenido con una potente imagen propia suelen sacar productos personalizados con su branding para que sus seguidores los compren y así generar otra fuente de ingresos para su creator economy.
Esta forma de monetización la llevan a cabo sobre todo creadores de contenido muy especializados en un nicho en concreto. En los eventos virtuales o en vivo, los creadores comparten con los asistentes sus conocimientos y experiencias vividas de una forma más cercana. Hay dos formas de monetizar estos eventos: a través de las entradas y con sponsors (patrocinadores).
Si hablamos de creadores de contenido profesionales, aquellos con más de de 10.000 seguidores que se dedican a tiempo completo a la creación de contenido, encontramos que en todo el mundo hay:
Gracias al desarrollo de la web 3.0 o web semántica han nacido nuevas formas de monetización para los creadores de contenido que tienen la peculiaridad de ser descentralizadas, permitiendo aún más a los creadores que no tengan que depender de las plataformas para generar ingresos. Este es el caso de los NFT, activos digitales que están administrados por blockchain y que pueden tener un menor costo y censura, así como una mayor seguridad.