¿Te ha pasado alguna vez que estás navegando por internet y al entrar a una página te aparece un aviso diciendo “Error 401”? Pues esto es algo que también le puede pasar al público que visita tu web (incluso a ti aunque seas el propietario de la misma), perjudicando así su experiencia con tu marca. Por si esto fuera poco, esta situación afecta además al SEO de tu página, empeorando su posicionamiento en buscadores.
En este artículo queremos ayudarte a que comprendas qué es el error 401, por qué surge y cómo puedes solucionarlo para que ni tú ni tu público os lo volváis a encontrar.
El error 401 se produce cuando el navegador de un usuario no le permite el acceso a una página que está intentando visitar sin previamente iniciar sesión con los datos correspondientes. Este aviso puede aparecer de diferentes formas dependiendo del navegador que se utilice y de otras circunstancias. Por tanto, estarás ante este problema si te aparecen alguna de estas frases:
HTTP Error 401
401 Authorization Required
HTTP 401 Error - Unauthorized
401 Unauthorized
Access Denied
El error 401 es muy común que suceda y si tienen lugar es porque existe algún problema por parte del navegador, el proveedor de internet o el router. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, es el propio internatura el que lo ocasiona.
Es posible que, ante este error, aparezcan mensajes más concretos como:
401.1: error de inicio de sesión
401.2: error de inicio de sesión por la configuración del servidor
401.3: autorización fallida por ACL (Access Control List)
401.4: error de autorización de filtro
401.5: error de la autorización de la aplicación CBI o ISAPI
Estas especificaciones suelen aparecer cuando el servidor web se ejecuta con IIS (Internet Information Service) de Microsoft.
El error 401 puede establecerse de forma intencionada, pero en muchas ocasiones se trata de un error y estas son las causas más comunes.
Hay plugins de seguridad en WordPress que ofrecen distintas maneras de restringir o limitar la entrada a la web. Puede suceder que estos plugins estén mal configurados y por error denieguen el acceso al público e, incluso, tomen por sospechosa una actividad o visita que no lo es.
Cuando se escribe mal una dirección URL o esta está desactualizada puede aparecer el error 401.
Una de las maneras de negar el acceso a tu sitio web (o a parte de este) es a través de un archivo .htaccess. Es posible que, como propietario del sitio, llevases a cabo este proceso para proteger tu web con contraseña, y se te haya olvidado eliminarla. Sin embargo, hay plugins que también pueden hacer esto de forma automática, así que sería conveniente que los revisases.
Como usuario, la caché de tu navegador puede estar caducada o dañada, impidiendo que puedas acceder correctamente al sitio web que deseas.
Algunos proveedores de hosting (alojamiento web) ofrecen la posibilidad de configurar la protección de forma directa con el servidor a través de contraseña. Por lo tanto, la petición de iniciar sesión es posible que provenga de esta protección.
Puede que haya plugins en tu web que estén ocasionando problemas de compatibilidad o que estén configurados para enseñar un error 401 cuando detectan una actividad sospechosa, pero que realmente no lo es. Estos últimos suelen ser sobre todo aquellos relacionados con la seguridad.
Te recomendamos desactivar todos los plugins de tu WordPress y ver cuál es el que está ocasionando el problema. No te preocupes porque podrás activar de nuevo los que desees.
Primero, comprueba que la dirección que has introducido está escrita correctamente. Si es así, el problema puede deberse a que se trata de una URL desactualizada y que, pese a ello, no te redirige a la nueva.
El proceso de borrado de caché y cookies del ordenador es muy parecido independientemente del navegador que utilices. En Google Chrome, por ejemplo, la forma más rápida de hacerlo es ir a la sección “Borrar datos de navegación” pulsando a la vez las teclas “Command + Shift + Delete” (si utilizas Mac) y “Control + Shift + Delete” (si utilizas Windows).
Limpiar el DNS consiste en borrar de tu servidor los nombres de dominio. Este es un problema poco común, pero merece la pena intentarlo por si esta fuera la causa. Para hacerlo, basta con que pulses el botón de “Inicio” y escribas “cmd” en la barra del buscador. Al pulsar “Intro” se mostrará el símbolo del sistema. Copia y pega simplemente este comando “ipconfig/flushdns” y termina pulsando “Enter”.
Si pese a no existir una protección con contraseña configurada desde el panel del alojamiento, sigues encontrándote con que tu web solicita inicio de sesión, puede que se deba a directivas en tu archivo .htaccess. Para verificarlo, abre la carpeta de tu sitio web desde el gestor de archivos o el FTP e inspecciónalo.
Puedes probar cerrando sesión en el sitio web y volviéndola a iniciar o, también, cerrando tu navegador y volverlo a abrir pasados unos segundos. Puede parecer simple, pero en ocasiones el error 401 aparece cuando una página no se ha cargado correctamente.
Mientras que el error 401 deniega el acceso a un sitio web por falta de un permiso, el error 403 aparece cuando está prohibido el acceso a una sección sin que exista ninguna opción para poder entrar, pues se trata de directorios o páginas de uso interno y no están disponibles para público externo. Por tanto, mientras el primer error es salvable poniendo en práctica los consejos que te hemos dado anteriormente, el error 403 no lo es.
Borrar la caché y las cookies, así como los registros DNS de forma frecuente es la mejor manera de evitar que surja el error 401.