Una de las estrategias más utilizadas dentro de cualquier estrategia de marketing digital es el Inbound Marketing. Sin embargo, hay otra estrategia que pese a considerarse incompatible con ella se está utilizando cada vez más, el Growth Hacking.
Te explicamos a continuación en qué consiste exactamente cada una de las estrategias y cómo pueden complementarse para obtener mejores resultados.
El Inbound Marketing y el Growth Hacking son dos estrategias muy utilizadas dentro del marketing digital. Cada una de ellas, sin embargo, se centra en una serie de acciones.
El Inbound Marketing tiene como objetivo atraer y convencer a clientes a través de contenido no intrusivo. En este tipo de estrategia se tiene en cuenta el punto en el que se encuentra el usuario dentro del proceso de compra y se le acompaña, a través de contenido, a lo largo de todo él, desde que conoce la marca hasta que se produce la transacción final.
Cuando el lead se convierte en cliente, el objetivo del Inbound Marketing pasa a ser otro, la fidelización o evangelización del usuario.
A través del Inbound Marketing también se consigue posicionar a una marca. De hecho, consiguiendo un buen posicionamiento SEO se consigue generar leads o clientes potenciales.
El Growth Hacking, por su parte, tiene como objetivo hacer crecer a una marca en el menor tiempo posible y utilizando el menor número de recursos.
Una estrategia Growth Hacking se basa en utilizar métodos creativos, innovadores y de bajo coste para hacer crecer la base de clientes de una forma mucho más rápida en comparación con otras. Esto implica hacer una evaluación muy exhaustiva de todas las acciones que se han llevado a cabo en marketing para ver cuáles generan más tráfico web, más leads y más ventas. A partir de este análisis se establecen unos objetivos SMART y se ponen a prueba acciones experimentales que permitan optimizar al máximo los procesos teniendo como base lo que mejor ha funcionado.
La startups suelen recurrir a este tipo de estrategia, ya que cuentan con un presupuesto mucho más ajustado.
El Inbound Marketing y el Growth Hacking tienen un mismo objetivo, generar tráfico web, leads y ventas. Es decir, ambas estrategias llevan a cabo acciones que permitan el crecimiento de la marca. Sin embargo, una de las diferencias más visibles es la velocidad, mientras el Inbound Marketing es más lento y controlado, ya que se trata de una estrategia no invasiva, el Growth Hacking es mucho más rápido e incontrolable debido a sus campañas agresivas. Esto se debe a que el Inbound Marketing realiza grandes campañas de contenido, las cuales suelen dar resultados a largo plazo, mientras que el Growth Hacking busca la difusión del producto y utiliza técnicas que permitan llegar a un gran número de personas en un corto periodo de tiempo.
También debemos destacar que en Inbound Marketing se persigue el objetivo de dar respuesta a cualquier problema o duda que pueda tener un usuario a través de la creación de contenido. De hecho, este contenido suele crearse mucho antes de que el usuario presente su problema o duda, ya que se pretende crear una relación de confianza. En el Growth Hacking no hay esta anticipación, ya que las dudas o problemas se resuelven según vayan surgiendo. Esto significa que su objetivo principal no es crear una relación de confianza entre marca y cliente, sino más bien hacer crecer el número. De hecho, es justamente esta diferencia la que ha hecho que muchas marcas consideren incompatibles ambas estrategias, incluso que consideren a esta segunda como poco ética.
Pese a sus diferencias, Inbound Marketing y Growth Hacking pueden trabajar conjuntamente sin dañar la imagen de la marca, solo hay que combinarlos de la forma adecuada.
El Growth Hacking y el Inbound Marketing pueden combinarse siempre que las técnicas utilizadas no impacten de forma negativa en la empresa y puedan romper la confianza depositada en ella de los usuarios.
En este caso se trabajarían dos aspectos de forma paralela, por un lado el posicionamiento de la marca a través de contenido de calidad y, por el otro, el uso de técnicas que permitan crecer de forma rápida. Es decir, combinar las estrategias de Inbound Marketing, que permiten un crecimiento a largo plazo, con las de Growth Hacking, que permiten crecer rápido, pero asegurando que los leads y el tráfico que se genere sea de calidad.
Estos son algunos ejemplos:
Podemos concluir, entonces, que en una estrategia de marketing donde se combinen el Growth Hacking y el Inbound Marketing, se debe hacer uso de la creatividad y la innovación para llegar a un alto número de usuarios, pero sin perder de vista que los clientes son la clave del negocio.