"Haz bien y no mires a quién", dice el refranero español, y en esta frase tan manida puede encontrarse una de las claves de la felicidad en la empresa. Y es que está más que demostrado que la generosidad en el trabajo va de la mano con la felicidad. Si quieres saber cómo hacer de tu lugar de trabajo un lugar más generoso y feliz, ¡no te pierdas este artículo!
La generosidad en el trabajo: lo que dice la ciencia
Existen muchos estudios que muestran una correlación positiva entre generosidad y felicidad. Por ejemplo, en uno publicado recientemente en la revista Nature Communications, se pidió a los voluntarios que pensasen en qué le regalarían a un ser querido. Después, se les dio una cierta cantidad de dinero y se les pidió que se lo gastaran en hacer regalos o en ellos mismos. Al mismo tiempo, se tomaron imágenes de su cerebro para ver cuáles eran las áreas que se activaban. El resultado es que regalar cosas nos hace más felices que comprarlas para nosotros mismos. Y además, la cantidad de dinero empleada para ello no importa, es el acto de generosidad en sí.
Otro ejemplo más específico es el estudio realizado por Sonja Lyubomirsky de la Universidad de California Riverside entre los trabajadores de Coca-Cola Iberia. Esta investigadora analizó durante cuatro meses los comportamientos de los empleados y llegó a la conclusión de que los más generosos disfrutaban de toda una serie de ventajas. Eran menos irritables, tenían mejor apetito, dormían mejor, tenían menos indicios de depresión y se sentían más comprometidos con trabajo. Y por si fuera poco, también eran capaces de conectar mejor con sus compañeros.
La conclusión está clara: la generosidad en el trabajo favorece la creación de un ambiente más positivo, con empleados más felices y más comprometidos con las metas de la empresa.
Cómo implementar la generosidad en la empresa
La generosidad es una tendencia natural del ser humano, pero también es algo que se puede trabajar. Estas ideas te ayudarán a mejorar la generosidad y la felicidad en tu oficina:
- Todo trabajo personal debe empezar por analizarse a uno mismo, y la generosidad en la empresa no es la excepción. Así que párate a pensar en cómo es tu comportamiento habitual en el trabajo y si hay más actos generosos que podrías realizar.
- Empieza por escuchar. La generosidad en la empresa puede empezar por algo tan básico (y tan frecuentemente ignorado) como es la comunicación. En muchas ocasiones nos centramos en lo que queremos decir, en hacer llegar nuestro mensaje, y se nos olvida la otra parte: escuchar. Así que puedes proponerte invertir este patrón y dedicar más tiempo de tus conversaciones a escuchar de verdad a la otra persona y menos a transmitir lo que tú quieres decir.
- Hazte un propósito concreto, por ejemplo, realizar un acto de generosidad al día. Puedes plantearlo de manera individual o proponérselo al equipo. No es necesario que se trate de grandes gestos, a veces puede ser una cosa tan simple como traerle un café a un compañero.
- Crea un sistema de mentores u ofrécete para serlo. La relación profesor-alumno puede ir en ambas direcciones, por ejemplo, el compañero veterano enseña al nuevo los métodos y procedimientos de la empresa y la nueva incorporación al equipo le enseña a ponerse al día con las últimas tecnologías.
- Organiza una reunión en tu equipo para pensar en conjunto sobre generosidad y felicidad. ¿Qué iniciativas se les ocurren para mejorar la felicidad en la empresa a través de la generosidad? ¿Qué es lo que creen que pueden aportar? No es necesario que sean cosas materiales, también se puede regalar energía, tiempo o conocimientos.
- Crea una "tienda gratis" donde los compañeros puedan traer las cosas que ya no usan o necesitan: ropa, objetos domésticos, libros... Seguro que a otro compañero puede venirle bien. Disponer de un lugar común de intercambio puede mejorar enormemente el espíritu de equipo, ya que todos aportan de manera desinteresada y pueden beneficiarse al mismo tiempo.
- Si ocupas un puesto de responsabilidad en la empresa, tu generosidad es la más importante, ya que tienes más poder para cambiar el entorno. Por eso, es fundamental que demuestres esta generosidad a través de pequeños actos y gestos que mejoren el bienestar de tus empleados, sin que estén directamente relacionados con generar beneficios: una clase de yoga gratis a la hora de comer, actividades y retreats, decoración de la oficina... Si preguntas a tus empleados, seguro que se les ocurren un montón de ideas.