Un layout es la disposición o estructura visual de los elementos que forman una página web, por lo que incluye desde texto y menús hasta imágenes y botones. Con este diseño lo que se busca es organizar y presentar todos los elementos de una forma clara, coherente e intuitiva, ya que tiene un impacto directo en la experiencia del usuario y la usabilidad. De hecho, un buen diseño UX puede hacer que el contenido sea más accesible y comprensible, aumentando así tanto el impacto como la efectividad del mensaje.
Existen diferentes tipos de layout, pero estos son los más comunes o utilizados:
Layout tecnológico: son plantillas que sirven para crear un tipo de proyecto específico, como páginas web, presentaciones o diseños de productos.
Layout por proceso o funcional: agrupa los elementos teniendo en cuenta su funcionalidad. Es ideal para tener un esquema sobre qué necesita el sitio web y dónde debe colocarse.
Layout por grupos de trabajo: en este tipo de estructura se agrupan los elementos teniendo en cuenta el tipo de gestión que requieren.
Layout de posición fija: especifica de una forma detallada el lugar en el que debe colocarse cada elemento, sin opción a moverlo.
Layout urbanístico: en este caso los elementos se agrupan teniendo en cuenta el lugar que van a ocupar o la distribución.
En función de las necesidades se puede utilizar un tipo de layout u otro, ya que todos buscan lo mismo, que es estructurar y organizar elementos.
Para crear un layout útil y eficiente debe contener algunos elementos clave. Uno de ellos, y también uno de los más importantes, es información sobre la distribución del contenido. Es decir, debe estar muy bien definida la ubicación y el orden de los elementos, empezando por el mismo encabezado y menú de navegación hasta los botones CTA o el pie de página. De hecho, debe especificarse incluso los lugares en los que habrá espacios en blanco, que son imprescindibles tanto a nivel visual como a nivel experiencia de usuario; así como también la jerarquía visual, que son los elementos que destacaran por encima de otros.
Este podría ser el layout de la página web de Cyberclick
Un layout también debe contener información sobre la tipografía y estilo que va a utilizarse en el sitio web, así como información referente a la responsividad y accesibilidad.
El layout tiene un impacto directo en la experiencia de usuario, por lo que puede ser lo marque la diferencia en el tiempo de permanencia en la página web. Esto se debe, principalmente, a que del layout depende que la navegación sea más o menos intuitiva, ya que cuanto más estructurado esté, más rápido encontrarán los usuarios aquello que buscan y más sencilla y clara será la navegación.
También se ha podido comprobar que un buen layout lleva hacia un diseño mucho más atractivo a nivel visual, algo que ayuda a captar la atención del usuario y a que se sienta cómodo en la web.
Otros aspectos que también afectan a la experiencia de usuario y que pueden resolverse con un buen layout es la accesibilidad, ya que, indicando el tamaño del texto, el color u otros aspectos, se puede garantizar que todos los usuarios puedan interactuar con el contenido de una forma cómoda; y la optimización para diferentes dispositivos, porque si el layout no es responsive, el sitio web no podrá adaptarse a diferentes tamaños de pantalla, lo que dificultará la navegación.
Y a todo esto hay que sumarle que, cuanto más organizada esté la página web, más rápida será la carga, detalle que reduce considerablemente la tasa de rebote.
Si el layout influye directamente en la experiencia de usuario, también en las conversiones o CRO, ya que la forma con la que interactúan con la página es decisiva para lograr que realicen la acción esperada, que puede ser desde una compra hasta suscribirse a una newsletter.
Esto significa que es importante que la CTA esté en el lugar adecuado y se destaque de una forma apropiada, ya que ayuda a los usuarios a saber qué hacer. De la misma manera, es importante eliminar elementos que puedan distraer y no sean relevantes, así como estructurar la página de una forma coherente y clara.
Ante cualquier duda, se pueden hacer pruebas A/B para ver qué tipo de página funciona mejor y con qué estructura se logran mejores resultados.
Teniendo en cuenta la importancia del layout, y aunque la forma de estructurar una página web puede variar porque las tendencias evolucionan de forma constante, hay ciertas cosas que últimamente parecen apreciarse o valorarse mucho más y que deberían aplicarse siempre que no choquen con la imagen o valores de la marca, como los diseños minimalistas.
También se está volviendo tendencia las microinteracciones o elementos que permiten una pequeña interacción, como animaciones o botones; así como el 3D o la realidad aumentada, que genera mucha curiosidad y son elementos muy atrayentes.
La idea de estas tendencias es crear una experiencia de usuario fluida, cómoda, atractiva y llamativa, por lo que, si pueden incluirse, mejor.