Por Nerea Boada, publicado el 20 agosto 2018
El marketing de influencers está dando un vuelco en los últimos años. Donde antes triunfaban los usuarios con millones de seguidores, ahora las marcas cada vez se fijan más en los microinfluencers. ¿Quieres saber qué ha pasado y por qué podría interesarle a tu marca? ¡Sigue leyendo!
Los microinfluencers, la nueva tendencia
Con el auge de las redes sociales, surgió también el marketing de influencers, en el que una marca pagaba a un usuario con influencia para que promocionase los productos en sus publicaciones. La métrica estrella era el número de seguidores: cuantos más fueran, mayor sería el alcance del influencer y por tanto, mayor el impacto de la campaña. O al menos esa era la teoría.
El problema es que con el paso de los años, este tipo de campañas se usaron cada vez más y fueron perdiendo efectividad. En lugar de trabajar solo con sus marcas favoritas, los influencers se profesionalizaron y sus opiniones cada vez se percibían como menos genuinas. Además, surgió todo un mercado de compra de seguidores para inflar las métricas que más interesaban a las marcas.
Por eso, en los últimos años se ha dado el auge de los microinfluencers: usuarios con una audiencia mucho más pequeña (normalmente, entre 1000 y 10.000 seguidores), pero que no están profesionalizados y que conectan de una manera mucho más directa con sus seguidores. Según un estudio realizado en enero de 2018 en Europa y Estados Unidos, los influencers con menos de 100.000 seguidores se llevan el 45,8 % del mercado de la moda, los cosméticos y el lujo. Los macroinfluencers (entre 100.000 y 500.000 seguidores) acaparan el 33,6 %, mientras que el 9,3 % corresponde a los megainfluencers (entre 500.000 y 1.500.000). Los famosos, definidos como usuarios con más de un millón y medio de seguidores, son responsables del 11,3 % de las campañas.
¿Por qué te interesa trabajar con microinfluencers?
- Para evitar fraudes. Dado que cuentan con números de seguidores pequeños, es mucho más probable que todos ellos sean fans reales y que no hayan recurrido a estrategias de compra.
- Por su autenticidad y honestidad. Mientras que los grandes influencers viven de su marca en las redes sociales y se ven obligados a monetizarla, los microinfluencers se mueven por sus propios intereses y pasiones. Por ello, pueden permitirse elegir muy bien con qué marcas colaboran, y esta autenticidad se transmite a la audiencia.
- Porque es un mercado menos saturado. Hay una gran competencia por hacerse con la atención de los grandes influencers, lo que hace que estas acciones resulten costosas y que además un mismo influencer trabaje con multitud de marcas. Con los microinfluencers, el trato resulta mucho más cercano y es más fácil negociar condiciones favorables.
Porque mejora el engagement. Los microinfluencers disponen de una audiencia auténtica y entregada, y suelen tener un trato mucho más cercano con ellos. El resultado es que los porcentajes de engagement son mucho mayores que con las publicaciones dirigidas a un público masivo.
