Uno de los mandamientos más conocidos del marketing es “conoce a tu consumidor”. A la hora de diseñar sus productos y su publicidad, las marcas suelen tener en mente al cliente ideal y pueden describir al detalle su sexo y edad, dónde vive y cuáles son sus gustos y aficiones (Personal Buyer en Inbound Marketing). Pero el marketing contextual nos lleva un paso más allá: ya no solo se trata de saber quién es nuestro cliente, sino también dónde está, qué está haciendo y qué va a hacer a continuación.
El marketing contextual se basa en combinar los datos con el contexto para ofrecer el mensaje adecuado en el momento adecuado. Por ejemplo, supongamos que Marta busca en Google vestidos rojos de fiesta. A continuación, entra en Facebook y ve un anuncio de este tipo de vestidos, en el que hace clic para echar un vistazo a los últimos modelos. Al día siguiente, Marta está paseando y su móvil le muestra las últimas ofertas en vestidos rojos de fiesta en una tienda cercana. La posibilidad de que este anuncio consiga que Marta se compre uno de ellos es muy elevada, gracias a que el anuncio se encuentra en el contexto y el momento adecuados.
Al enseñar los anuncios y productos más interesantes para el consumidor, el marketing contextual consigue:
Los anuncios contextuales pueden ubicarse en muchos canales diferentes: redes sociales, anuncios de búsqueda, anuncios en vídeo, páginas web, aplicaciones e incluso publicidad exterior. La idea es que todos los canales se integran y cada interacción del usuario nos permite saber aún más sobre él y ofrecerle anuncios cada vez mejores.
Por tanto, para introducir el marketing contextual en tu estrategia, el primer paso es disponer de la información adecuada. Un buen lugar para empezar es la “nube de marketing” creada por SAP, Oracle, Salesforce e IBM. Allí podrás encontrar un sistema para recopilar información de los consumidores de tu marca, analizar la mejor optimización de los anuncios y automatizar todo el proceso de trabajo.
En definitiva, el marketing contextual es una nueva manera de ver la publicidad basada en la mina de información que tenemos a nuestra disposición. Para emplear esta herramienta con éxito, es fundamental que los equipos de marketing colaboren con expertos en tecnología de la información para aplicar el método científico al marketing y explotar todo el potencial de los datos. El resultado será una publicidad mucho más eficaz y unos consumidores realmente satisfechos.