Vivimos en la era de la información y por si los buscadores web fueran poco, los metabuscadores han venido a completar más aún nuestras búsquedas web. En este artículo no queremos hablarte de SEO, sino de una herramienta que tenemos muy integrada en nuestra actividad en internet, pero en la que poca gente repara: los metabuscadores.
Un metabuscador es un tipo de buscador cuyos resultados provienen de diferentes motores de búsqueda. De esta forma, los usuarios que realicen búsquedas en ellos obtendrán respuestas que están en distintos buscadores como pueden ser Google, Yahoo! o Bing, entre otros.
El objetivo de un buscador y un metabuscador es el mismo: ofrecer a los usuarios respuestas que satisfagan sus necesidades. Sin embargo, son varias las diferencias que los distinguen:
Realmente, el funcionamiento de un metabuscador es bastante sencillo. Estas herramientas consultan de manera simultánea diferentes buscadores, recopilan los resultados que estos dan y lo presentan a su público en su interfaz. En este último paso de presentación de los resultados al público hay un trabajo previo del metabuscador que consiste en procesar, filtrar y clasificar la información a través de sus propios algoritmos.
Generalmente, hay dos maneras en las que los metabuscadores pueden ganar dinero. La primera es a través de los espacios de su página web que dedican a la publicidad. Y la segunda es una comisión que se llevan cada vez que un usuario hace clic en uno de sus enlaces, la cual proviene de esas páginas a las que se les redirige. En definitiva, digamos que en esta última opción les pagan por redirigir usuarios a sus webs, aunque en ocasiones la comisión se efectúa siempre y cuando estos realicen la compra.
El primer metabuscador nació en 1995 y sigue existiendo a día de hoy. Se llama MetaCrawler y lo desarrolló la Universidad de Washington, funcionando como cualquiera de sus predecesores.
En la actualidad, hay distintos tipos de metabuscadores, pero lo más habitual es verlo en dos nichos muy concretos: el de empleo y el turístico. Y es que, generalmente, los buscadores se suelen desarrollar para áreas muy concretas, siendo menos común verlos para realizar búsquedas genéricas como las que se realizan en buscadores, aunque sí que existen.
Aparte del primer metabuscador del mundo que ya hemos mencionado antes, los dos más conocidos son Startpage, DuckDuckGo y Dogpile. Como metabuscadores genéricos te los recomendamos si lo que buscas es obtener información general sobre un tema en concreto en el que no pretendes profundizar mucho.
Los metabuscadores de empleo son los metabuscadores más utilizados por los usuarios, junto con los de viajes, ya que permiten al usuario ahorrar una gran cantidad de tiempo y no tener que ir de buscador en buscador buscando ofertas. Además, cuentan con filtros para que el usuario pueda buscar y segmentar según el salario, el tipo de puesto y la jornada que desea, etc. Incluso, hay muchos de estos metabuscadores que están conectados de forma directa a la red social LinkedIn para facilitar la postulación del usuario a la oferta de trabajo.
Indeed es el metabuscador de empleo más utilizado, pero no es el único, también encontramos algunos como Jobrapido, Trovit (que también se usa para comprar casas y coches), Jobatus, Opcionempleo o Jooble.
En este bloque agrupamos a todos aquellos metabuscadores que se centran en la comparación de vuelos, hoteles, alquiler de coches, actividades, etc. Después de mencionarte algunos de los más conocidos, seguro que no sabías que muchos de ellos eran considerados metabuscadores: Skyscanner, Kayak, Momondo o Trivago, entre otros.
Generalmente, triunfan tanto porque ofrecen buenos precios, en muchas ocasiones mejores que en las webs oficiales de las aerolíneas, los hoteles o las compañías.
En este caso, aunque tienen la misma función, es muy importante no confundir los metabuscadores de viajes con las OTAS (agencias de viaje online). En este último grupo se encuentran webs como Booking. En ocasiones se confunde con un metabuscador, pero su funcionamiento es distintos, ya que ganan dinero comprando stock y vendiéndolo más barato, obteniendo beneficios a través de una pequeña comisión impuesta al hotel (por ejemplo).