El mindful marketing es una nueva tendencia que está cambiando nuestra manera de ver el marketing digital e incluso la propia concepción de las empresas. Se trata de adoptar un enfoque consciente a la hora de hacer marketing, buscando generar una repercusión social positiva y alinearse con los valores que más le importan a la audiencia.
Esta tendencia tiene su origen en el mindfulness, una técnica de relajación que nos anima a centrarnos en el momento presente y tomar conciencia de nuestras emociones y pensamientos. Vamos a ver qué es exactamente el mindful marketing y cómo podemos aplicarlo a nuestra marca.
El mindfulness es una técnica de relajación con orígenes en la filosofía oriental que nos enseña a vivir en el momento presente y tomar conciencia plena de nuestras emociones. Su objetivo es aliviar el estrés reduciendo la frustración y la ansiedad que nos provocan las situaciones que no podemos cambiar.
El mindfulness empezó a popularizarse en Occidente en la década de los 70, a través de Jon Zabat-Zinn. Entre sus muchas aplicaciones, se ha utilizado en el mundo empresarial para reducir el estrés y fomentar un buen ambiente, lo que a la larga tiene una influencia positiva en los resultados de la empresa.
En el mundo del marketing, esta filosofía se traduce en gestionar la empresa buscando en todo momento la consciencia, la intencionalidad y la conexión. Las empresas ya no se conciben como máquinas de hacer dinero, sino como instrumentos para impactar en la sociedad y provocar cambios positivos. Y esto es lo que se conoce como mindful marketing o marketing consciente.
El mindful marketing se basa en principios como la solidaridad o el cuidado al medio ambiente para guiar todas las acciones de la empresa, desde el diseño de productos y servicios hasta las campañas publicitarias. La prioridad se pone en prestar atención consciente a todos los efectos que provoca la empresa, dirigiendo cuidadosamente las campañas para lograr el impacto deseado.
A su vez, el mindful marketing también busca una conexión más profunda con los posibles clientes, que no se basa únicamente en satisfacer sus necesidades materiales sino que profundiza en los valores que son más importantes para ellos.
El mindful marketing no es una técnica superficial, sino un enfoque para replantearte el propio significado de tu empresa. Ya no vale con hacer colaboraciones esporádicas con alguna ONG para mostrar tu logo al lado del suyo: tienes que pensar en qué puedes aportar realmente a la sociedad como empresa y dar los pasos necesarios para conseguirlo.
En el mindful marketing, lo importante no son los resultados económicos, sino el significado. ¿Por qué existe en realidad tu empresa? ¿Cuáles son los valores que la definen y cómo puedes ponerlos en práctica en tus actividades diarias?
El mindful marketing busca conectar de manera consciente con los clientes. Para ello, tienes que ser capaz de ponerte en sus zapatos y saber qué causas les importan realmente.
Los consumidores de hoy en día, especialmente los más jóvenes, ya no buscan solo el propio beneficio, sino que quieren contribuir a crear un mundo mejor. Las causas medioambientales son especialmente importantes para ellos, pero no son las únicas que les preocupan.
Al final, si quieres hacer un marketing verdaderamente consciente, el primer paso es ser capaz de escuchar a las personas y empatizar con ellas. Solo así podréis encontrar las cosas que os unen.
Los valores son como los cimientos que sustentan toda estrategia de mindful marketing. Son los principios que definen a qué aspiramos y guían todas nuestras acciones.
Definir los valores de una empresa es un ejercicio muy útil para poder ser coherentes a la hora de elaborar nuestros planes de marketing. Idealmente, este es un ejercicio que deberías hacer junto con tu equipo, ya que una empresa consciente es tarea de todos.
El mindful marketing debería empezar de puertas adentro. Si queremos tener una influencia positiva en la sociedad, lo primero es intentar que las personas que trabajan en nuestra empresa estén satisfechas con su trabajo y se sientan realizadas.
Fomentar una cultura de felicidad empresarial empieza por implicar de verdad a tu equipo, escucharles y darles libertad para poder tomar sus decisiones. Iniciativas como el trabajo por objetivos, la flexibilidad horaria o el teletrabajo les hacen responsables de sus tareas y ayudan a que se sientan orgullosos de lo que hacen, además de dejar espacio para conciliar su vida personal y profesional.
El mindful marketing busca conectar con las personas, y la única manera de generar una conexión real es a partir de la honestidad.
Los consumidores actuales están muy desgastados por la publicidad tradicional y saben detectar rápidamente cuando una empresa tiene dobles intenciones. Si quieres llegar a ellos, debes estar dispuesto a mostrar tus fallos y tu lado humano.
Es necesario tener un discurso que priorice los valores y la solidaridad, pero no sirve de nada si no das los pasos para demostrarlo. Al final, tu compromiso debe mostrarse a través de acciones y no solo de palabras.
Para actuar de manera eficaz, es necesario ir a las causas de los problemas y no quedarse solo en los síntomas. Lo que buscamos es generar un cambio estable y a largo plazo, no un resultado superficial para "quedar bien".
Después de la acción consciente, llega la reflexión consciente. Siéntate regularmente con tu equipo para valorar los resultados de vuestras acciones de marketing y ver si están correctamente alineados con vuestros valores.
En muchas ocasiones, veréis que estáis avanzando en la dirección correcta. Pero cuando esto no sea así, no tengas miedo de reconocer tus errores y cambiar el rumbo. El mindful marketing no trata de buscar la perfección, sino de vivir el momento presente y tomar pasos conscientes para cambiar el mundo a mejor.