Por Nerea Boada, publicado el 27 junio 2023
Para que el plan de marketing cumpla con su cometido, existe un "ingrediente" clave: los objetivos de marketing. Y es que si no sabemos lo que queremos conseguir, no podremos ponernos manos a la obra.
Los objetivos en marketing son las metas o resultados específicos que como empresa nos marcamos para alcanzar en un plazo determinado. Pueden ser a corto, medio o a tiempo largo. Estos se incluyen en el plan de marketing, que es el documento fundamental que todos los marketers necesitamos para orientar nuestras acciones. Sin él, es imposible optimizar la gestión de todos los canales para conseguir los mejores resultados.
Así que vamos a inspirarnos viendo 10 ejemplos de objetivos de un plan de marketing y cuáles son los primeros pasos para empezar a elaborar el tuyo.
1) Dar a conocer la marca entre el público objetivo
En ocasiones, nos encontraremos al frente de una marca nueva, que se dirige a un público diferente del habitual o que por cualquier otra circunstancia necesita darse a conocer y aumentar su visibilidad.
En el caso de este objetivo, definiremos las acciones para impactar por primera vez a usuarios nuevos y lograr que nos recuerden. El éxito puede medirse en número de impactos o bien en métricas más específicas, p. ej. estudios de mercado que comparen el conocimiento de marca antes y después de las campañas.
2) Incrementar la cuota de mercado
Este objetivo está muy relacionado con el estudio de la competencia, ya que la posición de una marca en el mercado siempre es relativa. En función de las marcas ya existentes y de nuestros medios, definiremos una posición concreta en el mercado (el objetivo no siempre tiene por qué ser convertirse en el líder, ya que muchas veces esto no es alcanzable).
3) Lanzar un producto nuevo
El lanzamiento de un producto nuevo siempre da muchísimo trabajo al equipo de marketing, ya que hay que informar al público sobre la novedad y conseguir que "cale" entre los clientes.
Para que este objetivo tenga éxito, es fundamental definir bien el precio y posicionamiento del lanzamiento y contar con una estrategia de comunicación bien pensada.
4) Mejorar el retorno de la inversión
El retorno de la inversión o ROI es una de las métricas más importantes del marketing, ya que mide si la inversión en publicidad está dando los frutos que buscamos.
En el mundo del marketing digital, es más fácil que nunca medir con precisión el retorno de la inversión, ya que podemos saber el coste por clic o por conversión de nuestras acciones. Eso sí, es necesario hacer un buen seguimiento de las métricas a lo largo del tiempo.
5) Introducir la empresa en nuevos mercados a nivel internacional o local
Al igual que ocurre en el caso del lanzamiento de un producto nuevo, el posicionamiento y la estrategia de comunicación son claves. También deberemos contar con las diferencias culturales y de consumo en diferentes mercados.
6) Incrementar los beneficios de la empresa
En este caso, la empresa se va a centrar en mejorar sus resultados económicos durante el periodo de tiempo al que se refiere el plan. Para ello, las acciones y las métricas pueden orientarse en dos sentidos diferentes: reducir los costes, incrementar los beneficios o ambas. En el primer caso, la optimización de la publicidad en buscadores, redes sociales y otros medios digitales puede ser clave.
7) Optimizar el embudo de conversión
De nada sirve conseguir un gran número de impactos si no logramos que los usuarios conviertan. Por eso, un buen plan de marketing tiene en cuenta las diferentes fases del embudo de conversión para reducir los abandonos y conseguir que el mayor número posible de usuarios se conviertan en clientes.
8) Captar nuevos clientes
Un objetivo clásico de marketing: lograr incrementar la base de clientes de la marca. Los descuentos y las ofertas de incorporación son las herramientas clásicas para conseguirlo, y la medición suele ser bastante intuitiva.
9) Fidelizar a los clientes
La otra cara de la moneda respecto del objetivo de marketing anterior: no solo queremos captar nuevos clientes, sino también conseguir que se queden con nosotros durante mucho tiempo, ya que siempre resulta más económico mantener a un cliente que conseguir a uno nuevo. Por eso, quien tiene un cliente fiel, tiene un tesoro.
Aquí entran en juego los diferentes programas de fidelización y recompensas, destinados a que el usuario realice compras repetidas a lo largo del tiempo y recomiende el producto a sus familiares y amigos.
10) Aumentar las ventas
Y por último, llegamos al objetivo de marketing quizá más evidente: mejorar las ventas de la empresa. Aquí podemos distinguir entre dos objetivos complementarios, pero que pueden requerir acciones y herramientas diferentes: incrementar el número de transacciones (motivando a los usuarios a convertir) o bien el importe medio de cada una de ellas (por ejemplo, mediante acciones de venta cruzada).
¿Sabes cómo empezar tu plan de marketing y marcarte los objetivos principales?
Los objetivos son una pieza clave de un plan de marketing, pero eso no quiere decir que sean lo primero que hay que definir. Y es que para que sean realistas, primero tenemos que estar bien informados sobre cómo es el entorno de nuestra marca y a qué podemos aspirar.
Por tanto, antes de definir los objetivos de nuestro plan de marketing, debemos estudiar:
La situación actual de la empresa, incluyendo tanto los factores internos como externos. Los externos son la situación general, las características del sector y el mercado. Los internos se refieren a nuestra propia empresa, por ejemplo, el personal y los recursos de los que disponemos.
La situación de la competencia. Esto es, cuáles son las principales marcas que compiten con la nuestra y cuál es su situación en el mercado: presupuesto y volumen de negocio que manejan, precio de sus productos o servicios, proceso de ventas, captación de clientes...
Los objetivos generales de nuestro negocio. Para que una empresa llegue a buen puerto, todos los departamentos deben remar en la misma dirección. Por eso, el plan de marketing debe responder a las metas generales de la empresa. Y por supuesto, hay que tener en cuenta que diferentes objetivos pueden ser compatibles o incluso complementarse entre sí.