Toda empresa que quiera crecer debe definir unos objetivos de marketing de forma SMART. Este concepto en forma de acrónimo hace referencia a todo lo que debe tener un objetivo: Specific, Mensurable, Achievable, Relevant y Timely (específico, medible, alcanzable, medible y temporal). Crear un objetivo o varios con estas características puede resultar complicado, por lo que vamos a explicarte cómo conseguirlo.
SMART es un acrónimo que hace referencia a todas las características que deben tener los objetivos que se marquen dentro de una empresa. Estas características son Specific, Mensurable, Achievable, Relevant y Timely:
Specific (específico): siempre hay que hacerse la pregunta ¿qué quiero conseguir? Esto servirá para delimitar lo máximo posible el objetivo, el cual deberá estar relacionado siempre con el tipo de negocio.
Measurable (medible): todo objetivo debe poderse medir con un número o no podrán interpretarse los resultados. También es importante contar con herramientas que hayan medido resultados anteriores y midan los nuevos, ya que así podrá verse si hay un crecimiento o no.
Achievable (alcanzable): hay que ser realista y honesto siempre. Con esto queremos decir que hay que definir un objetivo que sea realizable. De hecho, es mucho mejor establecer pequeños objetivos que uno demasiado ambicioso que pueda crear frustración en el equipo si no se consigue alcanzar.
Relevant (relevante): el objetivo debe ser importante tanto para la empresa como para los clientes.
Timely (temporal): todo objetivo debe poder alcanzarse dentro de un plazo de tiempo determinado. De esta manera las acciones que se lleven a cabo durante ese periodo de tiempo estarán centradas en alcanzar esa meta.
De forma general podemos decir, entonces, que los objetivos SMART son una forma de determinar las prioridades de la empresa o de un equipo en concreto, así como también de medir los resultados. Además, que para crear uno o varios objetivos de este tipo bastará con tener en cuenta todas las características que lo definen.
Los objetivos SMART sirven, a grandes rasgos, para hacer crecer una marca. Sin embargo, se han observado otras ventajas, como la de aumentar la visión empresarial, ya que obliga a conocer los recursos de los que dispone la empresa, tanto materiales como humanos, así como los esfuerzos y factores que ayudarán a alcanzarlo. Cuando se conoce muy bien todo lo que tiene una marca, se obtiene un mayor control de esta y pueden repartirse todos los recursos de forma que resulte todo mucho más eficaz y rentable.
También es una manera de mejorar la organización, ya que todas las acciones deben planearse de forma minuciosa para evitar riesgos; y la focalización, ya que se determinará muy bien qué hacer y cómo hacerlo para llegar a esa meta concreta. Todo esto lleva a una mayor gestión del tiempo porque cuando todo está muy bien definido y determinado se hace de forma mucho más directa.
A través de un objetivo SMART se consigue un perfil mucho más estratégico para la empresa, lo cual es claramente una ventaja porque será mucho más sencillo crecer. También habrá una mejora continua y un aumento en la rentabilidad.
Un objetivo SMART debe tener todas las características que hemos mencionado, tal y como poseen los ejemplos que enumeramos a continuación.
Uno de los objetivos más frecuentes entre las marcas es el de aumentar el tráfico web, ya que esto suele traducirse en un aumento de ventas y, por consiguiente, en mayores ingresos.
Aquí tenemos muy claros el objetivo específico y la unidad medible, que, respectivamente, serán el aumento de tráfico web y el % que se quiere aumentar o el número de visitas que se quiere alcanzar.
Que el objetivo sea alcanzable o no lo marcará el crecimiento que se haya observado a lo largo de los últimos meses, así como la posibilidad de utilizar más recursos para crear contenido que pueda resultar de interés al cliente o a la audiencia y capten su atención, que será justamente esto el elemento relevante.
Finalmente, se puede marcar como plazo para alcanzar el objetivo un mes, medio año o hasta un año según los recursos que se tengan.
Estar bien posicionado en Google u otros motores de búsqueda es indispensable para aumentar el tráfico web, generar leads y ganar clientes.
En este caso el objetivo específico vuelve a estar muy claro, ya que es mejorar la posición en uno o varios motores de búsqueda. En cuanto a la unidad medible también está muy clara, ya que se trata de escalar posiciones.
Para alcanzar este objetivo deberá analizarse la competencia para mejorar su producto, poner en práctica todos los conocimientos SEO adquiridos y ofrecerle al público contenido relevante.
Para alcanzar este objetivo se pueden necesitar varios meses, por lo que como plazo puede establecerse medio año o hasta un año entero.
Otro de los objetivos más comunes dentro de las empresas es la de la automatización de ciertas tareas dentro de la empresa.
El objetivo específico en este caso sería reducir tiempo y costes automatizando algunas tareas. En cuanto a la unidad medible será el tiempo.
Para alcanzar este objetivo deberán encontrarse aquellas tareas automatizables y la herramienta apropiada para hacerlo, de esta manera el tiempo que se empleaba en una acción, podrá focalizarse en otra.
Finalmente, para alcanzar este objetivo no es necesario poner un plazo de tiempo demasiado elevado, ya que se trata de encontrar la herramienta o herramientas apropiadas y empezar a utilizarlas.
Ahora que ya sabes qué es un objetivo SMART y las ventajas que tiene para una empresa, podemos concluir que este puede aplicarse a cualquier tipo de empresa, ya que puede ir desde un aumento de tráfico web, hasta una mejora en el rendimiento, incluso un aumento de ventas o un aumento del personal.