El footer o pie de página es uno de los grandes olvidados del diseño web. Al estar "ahí abajo", es frecuente que no se preste atención a su diseño ni se piense estratégicamente qué elementos queremos incluir en él.
Y sin embargo, el footer es una sección de la página que los usuarios se han acostumbrado a esperar, que contiene algunos de los elementos más importantes de una página web y que desde luego podemos usar para sorprender y deleitar al usuario, a la vez que comunicamos nuestro branding. Así que vamos a ver qué es el footer, qué elementos contiene y cómo podemos optimizarlo.
El footer es la parte inferior de una página web, en la que se incluye una serie de elementos que pueden resultar de interés para el usuario que navega por ella, como enlaces a las categorías principales, información de contacto, redes sociales o enlaces a textos legales.
Aunque a priori puede parecer que el footer ocupa una posición poco destacada, en realidad cumple una función importante, ya que los usuarios asumen su existencia y esperan encontrar ahí una serie de elementos clave para ayudarles en la navegación. Por eso, si quieren consultar la política de privacidad de la web o ver dónde se ubican las oficinas centrales de una empresa, se dirigirán a él de forma casi instintiva.
A la hora de diseñar el footer de una web, debemos tener siempre en cuenta sus características principales:
El footer es el lugar ideal para ubicar información adicional sobre nosotros y sobre nuestra web. Podríamos decir que es como una especie de "cajón de sastre" de los elementos que no tienen cabida fácil en otras secciones, ¡pero eso no quiere decir que todo valga!
La selección de elementos que vamos a colocar en el footer debe partir de una decisión meditada, escogiendo aquellos que tengan más importancia para nuestra web y nuestros objetivos. En esta lista podrás encontrar algunos de los más comunes:
Espero que a estas alturas ya estés convencido de la importancia del footer dentro del diseño web. Ahora solo te queda tomar buena nota de estos tres errores para empezar a optimizar tus pies de página y así mejorar la eficacia de tus sitios web.
En el apartado anterior hemos visto un montón de elementos que pueden tener cabida en el footer de una web. Pero como supongo que ya has intuido, incluirlos todos a la vez puede ser demasiado: ¡estamos hablando de un pie de página, no de un sitio completo!
Para priorizar qué elementos incluir en el footer, debes pensar en cuáles son tus objetivos como marca y tu estrategia de marketing. Por ejemplo, si das mucha importancia a las redes sociales, tiene sentido que estén presentes. Si tu página es un ecommerce, quizá quieras centrarte más en las condiciones de devolución, los métodos de pago o los sellos de garantía.
De la misma manera, en algunas páginas el footer se limita a dos o tres enlaces en el pie de página y se desaprovecha su potencial para comunicar. Lo suyo es llegar a un buen equilibrio y buscar un diseño que sea armónico y no sature.
En cualquier caso, creo que hay dos elementos que son imprescindibles para la gran mayoría de las webs: los datos de contacto (al menos un email) y la información de tipo legal.
Desde el lanzamiento de su algoritmo Penguin, Google ha dejado muy claro que los enlaces en el footer no aportan valor para el SEO. Incluir un montón de enlaces en el pie de página no solo afecta negativamente a la experiencia de usuario y a la navegabilidad, sino que pueden llegar a causar una penalización si están demasiado dirigidos a una palabra clave.
Por el mismo motivo, tampoco tiene demasiado sentido añadir enlaces a todas las secciones de la página web, ni intentar replicar el menú principal.
Si quieres mejorar el SEO de tu página, mi recomendación es que te centres en optimizar el resto del sitio y en conseguir enlaces entrantes desde otras webs y trates el footer como una manera de ayudar al usuario a encontrar la información importante sobre tu web que no tiene cabida dentro del menú principal.
El footer puede llegar a albergar una gran cantidad de información, enlaces y botones, y a menudo está dividido en varias columnas. Por tanto, no pensar en cómo vamos a adaptarlo a pantallas de pequeño tamaño es una receta para el desastre.
Cuando diseñes el pie de página de tu web, plantéate siempre cómo va a verse y a usarse desde dispositivos móviles y recuerda que no tiene por qué ser un elemento estático. Como hemos comentado anteriormente, los footer flotantes u ocultos en botones pueden ser una buena solución para muchas webs.