Por Alessandra Valqui, publicado el 4 noviembre 2024
¿Qué es la sociedad de consumo?
La sociedad de consumo es un modelo social y económico en el que la adquisición de bienes y servicios se convierte en el eje central de la vida cotidiana y del sistema económico, así como también se vuelve una especie de símbolo de estatus y éxito. Normalmente, y con el fin de mantener ese flujo constante de compras, se busca crear, de forma continua, unas necesidades en el consumidor.
La evolución de la sociedad de consumo en la era digital
La sociedad de consumo, a causa de los avances tecnológicos, internet y los dispositivos móviles, ha sufrido una transformación muy profunda, especialmente porque da acceso a productos y servicios de cualquier parte del mundo sin necesidad de moverse de casa. La era digital, además, ha fomentado la cultura de la inmediatez, ya que se puede tener acceso instantáneo a contenido y a ciertos servicios, se pueden hacer compras en unos pocos clics y se pueden conseguir productos prácticamente de un día para otro gracias a los servicios de entrega rápida.
También cabe destacar que las redes sociales han transformado la forma de consumir, no solo contenido, sino productos y servicios, ya que, a través de recomendaciones, sean colaborativas o no, se incita al consumo. Así como también la gran cantidad de publicidad que hay en la red, normalmente segmentada, crean nuevas necesidades, especialmente cuando el producto o servicio se muestra de una forma atractiva y llamativa.
En resumen, la era digital ha acelerado, globalizado y transformado los patrones de consumo, pero con el objetivo de aumentarlo y de crear nuevas necesidades en el público.
El papel del marketing digital en la creación de deseos y necesidades
El marketing digital tiene un papel clave dentro de una sociedad de consumo, ya que a través de sus estrategias se busca influenciar en las decisiones de compra, incluso intentar crear o potenciar unas necesidades en el consumidor.
Para ello se hace uso de los datos que recopilan las plataformas digitales, ya que, a partir de los intereses, los comportamientos y otra información se pueden crear anuncios personalizados y publicar contenido capaz de generar un deseo aún más intenso en el público para adquirir ese producto o servicio. También se hace uso de las redes sociales, donde además de contenido atractivo y llamativo con o sin la colaboración de influencers o figuras públicas, se pueden llevar a cabo campañas de publicidad segmentadas.
En cualquier caso, el objetivo de todo esto es que el público reciba, de forma constante, información sobre ciertos productos o servicios para reforzar o despertar el deseo de adquirirlos.
Psicología del consumidor: cómo las estrategias digitales moldean comportamientos de compra
Para poder llevar a cabo estrategias digitales es necesario conocer la psicología del consumidor, que consiste en entender los factores que pueden influir en su comportamiento y, por consiguiente, en la toma de decisiones. Uno de estos factores suele ser el grado de personalización, porque cuanto más identificado se sienta el usuario en un anuncio o más hecho a medida esté generado el contenido, más probabilidades habrá de establecer una conexión emocional con él y de lograr la compra o la acción deseada por su parte.
También se puede convencer al usuario mediante ofertas, promociones o mensajes que generen cierta urgencia, como oferta limitada, últimas unidades o última oportunidad. Incluso las opiniones o reseñas de otros usuarios pueden ayudar a generar confianza en la marca y motivar la compra por presión social.
Otra estrategia que puede tener un impacto significativo en la psicología del consumidor es la de ofrecer descuentos o beneficios a los clientes, ya que cualquier recompensa hace que la compra sea aún más atractiva.
En cualquier caso, lo que se debe intentar es despertar ciertas emociones o sentimientos en el consumidor para poder influir en su comportamiento y generar el deseo de compra. Esto hace muy necesario conocer el tipo de persona a la que se quiere atraer, ya que así será mucho más sencillo generar contenido atrayente y efectivo.
Influencers y redes sociales: motores de consumo en la sociedad actual
Además de conocer el perfil del público objetivo, a través de los influencers y las redes sociales también se puede tener una influencia en los hábitos de consumo. Esto se debe, principalmente, a que se puede construir una relación de confianza y autenticidad, pero también se puede transmitir un estilo de vida y un éxito alcanzable únicamente a través de un producto o servicio específico. Esto es lo que se conoce como cultura de aspiración y lo que busca es motivar al público a comprar o adquirir ciertos productos o servicios para poder tener ese estilo de vida o éxito. Además, también se ha podido comprobar que las personas tienden a imitar aquello que ven, y las redes sociales son el mejor canal para enseñar y crear tendencias.
Lo que sí debe tenerse en cuenta es que, aunque los influencers y las redes sociales pueden ser muy interesantes para crear tendencias de consumo masivas y rápidas, hay que escoger muy bien al influencer y llevar a cabo una buena estrategia de contenido para impactar y convencer al usuario, que está siendo bombardeado continuamente de mensajes de carácter consumista.
¿Es posible el consumo responsable en la era del marketing digital?
Aunque la sociedad de consumo es aquella que intenta crear necesidades en el consumidor para que compre, cada vez hay más empresas que ponen en práctica estrategias de consumo más conscientes y responsables. Esto supone todo un desafío, ya que choca totalmente con el deseo de una marca de vender y generar beneficios. Sin embargo, existen ciertas prácticas, como aplicar acciones de producción respetuosas con el medio ambiente y dar información sobre sostenibilidad o sobre el impacto ambiental que tiene consumir productos de empresas con modelos de negocio no sostenibles, que pueden ayudar a posicionar a la marca como referente dentro del sector. Todo esto significa que, aunque en marketing digital lo que se busca es fomentar el consumo, existen ciertas medidas o recursos que pueden incitar a que este se haga de forma responsable y ética.
Cómo las marcas pueden equilibrar el éxito comercial con la responsabilidad social
Lograr un equilibrio entre éxito comercial y responsabilidad social es complicado, aunque no imposible. Es importante que los consumidores sientan que la empresa no mira únicamente por su beneficio económico, sino que de alguna está comprometida con la sociedad y el medio ambiente llevando a cabo acciones que tengan un impacto positivo tanto a nivel social como a nivel ambiental. Esto se puede lograr adoptando prácticas sostenibles y ofreciendo productos elaborados con materias primas obtenidas de forma ética y responsable.
También se pueden lanzar campañas y acciones que promuevan el consumo responsable y la reutilización de productos, como Starbucks, que incita a los clientes a usar tazas reutilizables; o Ikea, que recompra sus muebles para darles una segunda vida.