Generar contenido requiere tiempo y una inversión económica, así que muchas páginas web que lo ofrecen de forma gratuita deben recurrir a la publicidad para generar ingresos. Sin embargo, muchos usuarios sienten cierto rechazo hacia esa publicidad digital, por lo que se plantean utilizar un adblocker o bloqueador de anuncios.
Te explicamos qué es un bloqueador de publicidad y cómo puedes utilizarlo.
Un adblocker es un programa o plugin que puede instalarse en cualquier navegador web y que bloquea los anuncios publicitarios que aparecen durante la navegación. Es decir, bloquea banners, pop-ups y cualquier tipo de anuncio que pueda molestar o entorpecer la navegación al usuario.
Según el bloqueador de anuncios instalado, este bloqueará toda la publicidad, solo la más intrusiva o solo aquella que esté relacionada con una temática en concreto.
Que los usuarios utilicen este tipo de programas o plugin tiene sus inconvenientes a nivel de marketing digital, ya que también bloqueará algunas imágenes, fotografías, infografías y otros tipos de material visual que acompañen al contenido. En este caso puede que el espacio quede en blanco o que aparezca un mensaje de error, lo cual dará una imagen poco profesional de la web. También podría haber información que no se llegue a entender sin ese contenido visual, algo que también dará una imagen poco profesional.
A todo esto hay que sumarle que las páginas web que ofrecen contenido gratuito consiguen sus ingresos de esa publicidad, por lo que si todos o la mayoría de usuarios utilizan un bloqueador de publicidad, la continuidad de esa web estará en peligro.
Por consiguiente, un adblocker podría perjudicar gravemente una estrategia de contenidos de una marca o empresa.
Pero claro, lo que no conseguiremos es cambiar los hábitos de los usuarios, si estos han decidido usar bloqueadores de publicidad no se lo podrás impedir como marca o agencia, entonces, lo que debemos hacer es adaptarnos a esta nueva realidad y hacerla nuestra:
Hay numerosos adblockers, aunque estos son algunos de los más populares:
AdBlock Plus: es el más popular, ya que consigue ocultar todos los anuncios publicitarios, incluidos aquellos que aparecen durante la reproducción de un vídeo en YouTube, los ads de Facebook y los banners.
uBlock: es parecido a AdBlock Plus, solo que consume mucho menos. Es ideal para dispositivos más antiguos.
Adguard AdBlocker: también es muy parecido al AdBlock Plus, solo que trabaja en un segundo plano y consume muy pocos recursos.
AdFender: permite bloquear anuncios publicitarios mediante filtros.
AdMuncher: utiliza un sistema de listas negras que permite bloquear la aparición de publicidad emergente.
AdBlockPro: bloquea la descarga de publicidad de forma automática, incluso es capaz de eliminar la publicidad de YouTube antes de que esta aparezca.
Safari AdBlock: es un bloqueador de publicidad que no necesita ningún tipo de configuración, simplemente bloquea anuncios.
Webmail Ad Blocker: elimina la publicidad que aparece en el lateral del correo electrónico.
Firefox Ad Killer: permite puntuar la publicidad, lo que sirve para penalizar el contenido publicitario de baja calidad o poco interesante para el usuario.
NoScript: bloquea scripts y plugins sospechosos.
Estos son solo 10 de los muchos adblockers que hay, algo que obligará a las marcas a diseñar estrategias con las que llegar a los usuarios de una forma no tan invasiva. Es decir, deberá crearse un contenido de calidad que genere un mayor engagement e incite al usuario a quedarse.