Por Dany Ortiz, publicado en 18 mayo 2020
A día de hoy, el content curation es una disciplina imprescindible para salvarnos de la sobredosis de contenido. Y es que en solo un minuto se publican más de 98.000 tuits y 2000 entradas de blog y se suben 20 horas de vídeo a YouTube.
Como es imposible estar al día de todo, surge la figura del content curator, que se dedica a filtrar el grano de la paja y así aportar más valor a las estrategias de marketing de las marcas. Vamos a ver en qué consiste su trabajo.
¿Qué es el content curation?
Dicho de manera sencilla, el content curation consiste en la selección de la información más relevante publicada en internet en torno a un tema o un área de interés concretos. Un ejemplo que todos hemos visto alguna vez son las recopilaciones tipo "Los 10 mejores artículos sobre...", pero puede adoptar formatos y estilos muy diversos.
El content curation no es un mero "copiar y pegar", sino que añade valor al contenido original. Un buen curador de contenidos solo se queda con los artículos más relevantes y que proceden de fuentes contrastadas, haciendo que el usuario pueda ahorrarse el trabajo de investigar si una información es o no de fiar. Y sobre todo, esta selección se realiza siempre con un perfil de usuario en mente, de manera que está optimizada para adaptarse a sus necesidades.
Para las marcas, el content curation puede ser una incorporación muy valiosa a su estrategia de marketing de contenidos, ya que presenta múltiples ventajas:
- Supone un ahorro de tiempo y esfuerzo respecto a crear los contenidos desde cero.
- Muestra que la empresa se encuentra en contacto con su sector y que no solo habla de sí misma, lo que mejora la percepción de marca.
- Es una vía fantástica para cultivar las relaciones con influencers.
- Genera confianza entre los usuarios, al convertirse en una fuente de información de calidad.
Fases del content curation
El content curation es un proceso más complejo de lo que podría parecer a primera vista ya que, como hemos visto, no solo recopila información sino que aporta un valor añadido. Estas son las fases fundamentales del proceso:
- Búsqueda de información. Aquí es fundamental contar con un content curator que domine a la perfección las búsquedas en internet y sepa usar herramientas para localizar la información, desde operadores de búsqueda en Google hasta listas de Twitter.
- Filtrado. Tras la selección, debemos ser capaces de quedarnos solo con lo mejor de lo mejor y descartar todo aquello que no encaje con el público objetivo de los contenidos.
- Organización. Imprescindible para que la información sea fácil de consumir y de entender, además de atractiva desde el primer golpe de vista.
- Personalización. El content curation se adapta a diferentes tipos de buyer persona e incluso puede ofrecer contenidos especialmente adaptados según los patrones de comportamiento de los usuarios.
- Difusión. El paso final para que la selección de contenidos llegue a la audiencia adecuada. Para que tenga éxito, una buena presentación es esencial.