A día de hoy, el content curation es una disciplina imprescindible para salvarnos de la sobredosis de contenido. Y es que en solo un minuto se publican más de 98.000 tuits y 2000 entradas de blog y se suben 20 horas de vídeo a YouTube.
Como es imposible estar al día de todo, surge la figura del content curator, que se dedica a filtrar el grano de la paja y así aportar más valor a las estrategias de marketing de las marcas. Vamos a ver en qué consiste su trabajo.
Dicho de manera sencilla, el content curation consiste en la selección de la información más relevante publicada en internet en torno a un tema o un área de interés concretos. Un ejemplo que todos hemos visto alguna vez son las recopilaciones tipo "Los 10 mejores artículos sobre...", pero puede adoptar formatos y estilos muy diversos.
El content curation no es un mero "copiar y pegar", sino que añade valor al contenido original. Un buen curador de contenidos solo se queda con los artículos más relevantes y que proceden de fuentes contrastadas, haciendo que el usuario pueda ahorrarse el trabajo de investigar si una información es o no de fiar. Y sobre todo, esta selección se realiza siempre con un perfil de usuario en mente, de manera que está optimizada para adaptarse a sus necesidades.
Para las marcas, el content curation puede ser una incorporación muy valiosa a su estrategia de marketing de contenidos, ya que presenta múltiples ventajas:
El content curation es un proceso más complejo de lo que podría parecer a primera vista ya que, como hemos visto, no solo recopila información sino que aporta un valor añadido. Estas son las fases fundamentales del proceso: