El freemium es el nombre que recibe un modelo de negocio que se basa en ofrecer un producto o servicio de forma gratuita, pero que pasa a ser de pago cuando se quieren conseguir algunas funcionalidades extra. Pero ¿por qué usar este tipo de modelo y cómo implementarlo en una empresa?
Un negocio que se basa en el modelo freemium ofrece a los usuarios un producto o servicio de forma gratuita. Sin embargo, para poder acceder a las herramientas más avanzadas de este producto o servicio es necesario pagar. Es decir, se ofrece una versión básica con el objetivo de que un porcentaje de usuarios pague por la versión premium. Eso sí, para conseguir que un número determinado de usuarios pague por esa versión más avanzada del producto o servicio, la básica debe tener una calidad igual a la premium pese a tener menos funcionalidades o herramientas.
El modelo freemium es capaz de generar ingresos y captar clientes si la parte del producto que se muestra de forma gratuita tiene una buena calidad y cumple con lo prometido de forma eficiente. Además, resulta muy atrayente, por lo que suele tener un gran alcance y una gran difusión o viralidad. Esto quiere decir que a cuantos más usuarios llegue, más usuarios habrá dispuestos a pagar por una versión más completa.
Hay diferentes tipos de modelos freemium dependiendo de la forma en la que se limita la parte gratuita:
Según el tipo de producto o servicio que se ofrezca, encajará más un tipo de modelo freemium que otro. Eso sí, el producto, en su versión gratuita, pese a sus limitaciones, debe ser de calidad para que el usuario decida pagar por él.
Spotify es uno de los ejemplos más representativos de este modelo freemium, ya que dispone de una versión gratuita que funciona perfectamente pero contiene publicidad. Muchos usuarios, para que la reproducción de música no se vea interrumpida, se decantan por la opción de pago.
Otro ejemplo destacable es Dropbox, que ofrece 2GB de almacenamiento en la nube de forma gratuita y dispone de diferentes planes de pago para los usuarios que quieran aumentarlo.
Podemos concluir que este tipo de modelo de negocio puede aplicarse a prácticamente cualquier tipo de empresa y sus resultados pueden ser muy buenos, ya que incluso se ha visto en algunos videojuegos, que a través de micropagos ofrece ventaja sobre otros jugadores.