Por Helena Alcoverro, publicado en 21 marzo 2024
El spamming es el envío masivo y de forma indiscriminada de correos electrónicos denominados spam o correo basura. Este concepto también puede asociarse a llamadas telefónicas o al envío indeseado de SMS o mensajes a través de redes sociales. Esta es una forma muy económica de llegar a los usuarios, pero no debe tratarse como una estrategia de email marketing al ser, justamente, correos o mensajes no deseados.
Diferentes tipos de spam
Hay diferentes formas de hacer spamming en función del medio que se utilice para ello:
1. Spam a través de correo electrónico
El spam a través de correo electrónico es el más antiguo, el más habitual y el más conocido. Consiste en enviar emails de forma masiva a los usuarios para llenar su bandeja de entrada y lograr que no presten atención a otros correos.
2. Spam SEO
Al spam SEO se le conoce también como spamdexing y consiste en manipular los métodos de optimización de motores de búsqueda para mejorar el posicionamiento dentro de la SERP. Normalmente esto se consigue llenando el sitio web de palabras clave populares, utilizando contenido ya existente de otros o metiendo enlaces hacia la página que quiera posicionarse en foros, blogs y otros lugares, que es lo que se conoce como backlinking.
Este tipo de acciones no deberían incluirse en una estrategia de contenidos, ya que solo funcionará de forma temporal. De hecho, es probable que Google y otros motores de búsqueda penalicen al sitio web.
3. Spam a través del móvil
El spam de móvil consiste en enviar SMS o notificaciones push para llamar la atención del usuario a través de ofertas. También se incluiría dentro de este grupo las llamadas no solicitadas para informar de promociones, ofertas, etc. de una empresa de la que no se ha mostrado ningún tipo de interés previamente.
4. Spam de mensajería
El spam de mensajería incluye todos los mensajes que se envíen a través de aplicaciones, redes sociales u otros canales de comunicación.
Consejos para evitar ser marcado como spam
Para evitar que las newsletters o los correos electrónicos que se envían como parte de una estrategia de email marketing sean marcados como spam se pueden seguir estos sencillos consejos:
- Enviar correos electrónicos solo a aquellas personas que hayan mostrado interés en la marca y en lo que esta ofrece.
- El contenido del email debe ser interesante y útil para el usuario, con un asunto llamativo y atractivo que invite a hacer clic en él.
- Comprar listas de correos electrónicos es una mala idea, ya que esas personas puede que no conozcan la marca ni tengan interés en ella. Además, muchas listas contienen direcciones de correo electrónico falsas o en desuso.
- Se deben evitar los anuncios engañosos, ya que ese clic fácil puede volverse en contra y pasar directamente a correo spam.
- Siempre se le debe dar al usuario la opción de darse de baja de la lista de contactos. Si esa persona ha perdido interés en la marca, es mejor dejar que se marche.
- De vez en cuando se debe hacer limpieza de direcciones de correo electrónicos, ya que quizá muchos de ellos ya no existen o no son importantes para las campañas.
En la medida de lo posible sería interesante no establecer el primer contacto vía correo electrónico, ya que es fácil que ese email se considere spam y acabe en la carpeta de no deseados. Y recordar siempre que está bien incluir el correo electrónico en una estrategia de inbound marketing, pero siempre con sentido común y de forma responsable para no molestar e incomodar a aquellos usuarios que han dado su dirección o teléfono.
