A día de hoy, las marcas tienen que adaptar sus estrategias "de siempre" a los móviles, incluyendo el marketing directo. Las apps móviles incrementan la interacción del usuario con la marca y aportan una experiencia personalizada, lo que las convierte en un buen canal para relacionarnos directamente con los usuarios.
Recientemente, la agencia especializada en email marketing Digital Response ha publicado un informe sobre los mensajes de marketing directo en aplicaciones móviles. Vamos a ver cuáles son sus conclusiones.
Las push son mensajes que aparecen en el dispositivo móvil del usuario en cualquier momento, de manera similar a los SMS y las alertas móviles. Solo los reciben los usuarios que han instalado la aplicación en cuestión.
Los mensajes push pueden estar en formato texto (título + mensaje) o incluir una imagen. Al hacer clic sobre el mensaje, se dirige al usuario a la página de inicio de la app o a una URL concreta.
Los mensajes in-app aparecen únicamente mientras un usuario tiene una sesión abierta en la aplicación. Pueden aparecer como ventanas emergentes a pantalla completa o como superposiciones de menor tamaño.
Al igual que ocurre con las notificaciones push, el mensaje puede ser de solo texto o incluir una imagen. También podemos combinar notificaciones push para hacer que el usuario abra la aplicación con mensajes in-app dentro de la misma.
Tanto las notificaciones push como los mensajes in-app son efímeros, esto es, que si el usuario no los ve o los descarta, ya no puede acceder a ellos. Si queremos que el usuario pueda consultar el mensaje más adelante, podemos crear un Message Center o bandeja de entrada dentro de la aplicación.
Este tipo de mensajes pueden tener dos formatos distintos:
Los mensajes se quedan almacenados en Message Center de manera permanente, de manera que el usuario puede consultarlos cuando quiera. Si lo preferimos, también podemos poner una fecha de caducidad para que se borren automáticamente.
El marketing directo en aplicaciones móviles puede ser un canal complementario al email, de manera que dentro del mismo viaje del cliente enviemos tanto emails tradicionales como mensajes en apps móviles. A la hora de programar los impactos, tenemos que tener en cuenta algunas diferencias clave entre emails y mensajes en apps:
El proceso de suscripción a emails requiere que el usuario escriba su correo y acepte las condiciones legales. Para suscribirse a notificaciones push, solo tiene que hacer clic una o dos veces en un mensaje de permiso sin dar su información personal.