Google valora cada vez más la calidad y originalidad del contenido que se ofrece, por lo que hay acciones que podrían ser perjudiciales en el SEO, como la duplicidad de contenido. Te explicamos en qué consiste exactamente esta práctica y cómo puede afectar a una página web.
La duplicidad de contenido o el contenido duplicado es ese contenido que Google considera muy similar a pesar de estar en dos páginas diferentes y puede ser desde texto hasta imágenes. Se considera, entonces, contenido duplicado cuando se establecen dos URL para un mismo contenido o cuando un mismo contenido aparece en diferentes URL. Entonces, la duplicidad de contenido se puede dar entre diferentes dominios y/o dentro de un mismo dominio.
El contenido duplicado resta calidad y valor al sitio web, pero además es uno de los principales errores web que se detectan relacionados con la indexación, lo que podría perjudicar mucho al posicionamiento.
También hay que tener en cuenta que Google siempre dará más valor a la primera versión de un contenido, haciendo que las versiones que hayan salido a posteriori sean más débiles. Esto lleva a una disminución del tráfico web, lo que puede provocar una caída en ventas.
Así que, en general, la duplicidad de contenido puede perjudicar a toda una estrategia de marketing digital y hasta podría terminar con una penalización por parte de Google.
A todo esto hay que sumarle que para los usuarios puede generar desconfianza, además de que no tendrán interés en una página que dice exactamente lo mismo que otra.
Hay dos tipos de penalizaciones, las manuales, que son aquellas que se producen cuando alguien informa de que en la página web se están llevando a cabo malas prácticas; y las automáticas, que son aquellas que detecta Google. En función de la gravedad, Google puede simplemente considerar la página web de mala calidad, lo que perjudicaría en el posicionamiento e indexación; o eliminarla totalmente de los resultados de búsqueda. Esto último suele pasar cuando se considera que se está duplicando contenido con el fin de manipular los resultados de búsqueda.
Dando por hecho que tu web está publicando contenido de valor, entonces las penalizaciones de Google mencionadas en el punto anterior no te afectarán. Pero sí sería bueno que analizaras si tienes contenido duplicado en tu web para que no te perjudique a la hora de posicionar páginas que no quieres por encima de otras o por haber canibalización de keywords entre diferentes contenidos.
Para esto se puede recurrir a herramientas o softwares que hacen un análisis completo de la página web, como Google Search Console.
También se puede utilizar Copypaste, una herramienta gratuita que permite detectar si un contenido se ha copiado de un dominio a otro. Es decir, sirve para detectar si otras páginas web se han copiado de un contenido propio o al revés.
Otras herramientas muy útiles son Moz, que dispone de una versión pro capaz de analizar miles de páginas dentro de un mismo dominio con el fin de detectar contenido duplicado; Screaming Frog, que detecta contenido copiado parcial o totalmente; y SEMrush, que realiza auditorías donde se especifica también este tipo de información.
La mejor forma de solucionar la duplicidad de contenidos es evitándola creando contenido original y de calidad. Aunque hay ocasiones en las que, sin malas intenciones, se duplica parcial o totalmente el contenido de otra página web, pero hay una serie de acciones que pueden llevarse a cabo para reducirlo en lo máximo de lo posible:
Evitar tener varias páginas con contenido muy similar. En caso de tenerlas porque es necesario, utilizar la etiqueta rel_canonical para decirle al buscador qué versión tiene que indexar.
Se pueden crear redirecciones 301 para decirle a los robots de Google qué página debe indexar después de pasar un contenido de un lado a otro.
En caso de que se esté ofreciendo el mismo contenido pero para público diferente, se puede utilizar la etiqueta hrflang.
Llevar a cabo una buena estrategia de enlaces internos y externos, utilizando la etiqueta nofollow cuando, por el motivo que sea, no se quiera que los robots de Google lleguen a determinados lugares.
En caso de tener una ecommerce, siempre que sea posible es mejor utilizar descripciones y fotografías propias del producto para diferenciarse de otras tiendas.
Mejorar los nombres, las categorías y metadescripciones propias.
No copiar el contenido de otras páginas web y vigilar que otras páginas web no copien el propio. De hecho, si detectas que una página web está copiando tu contenido, puedes exigir que lo eliminen y, en caso de que se nieguen, puedes denunciarlo en la página de Google para que aplique las penalizaciones que considere.
El contenido duplicado es mucho más frecuente de lo que parece y puede perjudicar muy negativamente a la página web, especialmente cuando esto se hace de forma recurrente. Lo mejor, sin duda, es que todo lo que se publique en la web sea original y propio, ya que no solo se estará ofreciendo calidad al usuario, también autenticidad, algo que Google valora cada vez más.