Las estrategias de comunicación son una herramienta de negocio que ayuda a la empresa a definir, elaborar y lanzar sus mensajes de manera efectiva, a través de cualquier canal y hacia todo tipo de destinatarios.
Para que una estrategia de comunicación sea efectiva, debemos ser conscientes de que la comunicación, tanto interna como externa, es algo prioritario para la empresa. La estrategia de comunicación debe estar alineada con los objetivos y valores de la empresa, ser honesta y partir de un buen conocimiento del público al que se dirige la empresa.
La comunicación es, además, la base de todo el marketing. Piénsalo un momento: en todas las campañas, estamos buscando llegar al público ideal para contarle algo sobre nuestra marca, nuestros productos o nuestros servicios.
Por tanto, para que nuestro marketing tenga sentido, lo primero que necesitamos tener claro es qué queremos contar y cómo queremos contarlo. Y ahí es donde entran en juego las estrategias de comunicación.
Antes de empezar a trazar una estrategia en sí, es importante saber en qué contexto nos estamos moviendo. Esto nos ayudará a conocer más en profundidad la situación que nos rodea para decidir, posteriormente, cuál es el mejor camino comunicativo.
Analizar cómo percibe tu público objetivo una marca como la tuya es una de las partes más importantes a investigar en este punto. Además, también es muy recomendable realizar un análisis DAFO para detectar debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que puede tener tu empresa.
¿Qué quieres conseguir con un plan comunicativo? Esto es lo que debes abordar en este punto. Al igual que el análisis anterior, la definición de tus objetivos te servirá como guía.
Es muy recomendable que los objetivos que establezcas sean SMART, es decir, realistas, medibles, específicos, de duración determinada y alcanzables. De esta forma, tendrás más éxito en tu intento por alcanzarlos.
Ahora es el momento de establecer cuál es el público objetivo al que quieres llegar con tu estrategia de comunicación. Debes definirlo de forma muy clara, especificando aspectos como su franja de edad, residencia, educación, género, gustos, etc.
En este punto también te recomendamos realizar la segmentación de dicho público objetivo. Esta práctica consiste en dividirlo en diferentes grupos homogéneos con características similares para poder adaptar, posteriormente, el mensaje a cada uno y que este sea más afectivo.
Ahora que ya tenemos claro el contexto en el que va a estar nuestro mensaje, los objetivos que queremos alcanzar y el público objetivo al que queremos llegar, es el momento de definir el mensaje en sí. Con esto nos referimos a establecer tanto el tipo de contenido como el estilo del mismo. En definitiva, qué quieres que tu público objetivo conozca y cómo quieres que lo conozca. Para ello, no olvides tener en cuenta todos los aspectos establecidos previamente en los anteriores pasos.
El siguiente paso clave en las estrategias de comunicación es seleccionar a través de qué canal vas a comunicar tu mensaje. Para elegir los más adecuados, debes tener en cuenta aspectos como en cuáles está más presente tu audiencia o el coste. Además, debes valorar tanto los canales offline como online.
Una vez ya tengas decidido el canal o los canales por los que vas a comunicar tu estrategia, llega el momento de dejar claros todos los detalles. Hablamos de establecer un plan de acción en el que indiques qué acciones se van a llevar a cabo en cada canal, con qué periodicidad, quién se va a encargar de ellas, el presupuesto y los KPI (indicadores clave de rendimiento) que se van a tener en cuenta.
Una vez ya esté en marcha tu estrategia de comunicación y pasado un tiempo (que previamente deberás haber establecido), es el momento de analizar su efectividad.
Esto es algo que debes hacer de forma regular para conocer qué aspectos del plan funcionan bien y cuáles no con el fin de efectuar cambios y ajustes en la estrategia.
Con esta medición (que se basará en los KPI antes indicados), podrás saber cosas como qué canales de comunicación son los más efectivos y cuáles son los mensajes con mejores resultados.
Estas estrategias de comunicación están enfocadas en dar a conocer un nuevo producto, servicio o proyecto. Su finalidad principal es la de generar interés y demanda. Un ejemplo de estrategia de comunicación de lanzamiento sería la que llevó a cabo Netflix en 2015 cuando entró en el mercado español. Su objetivo era posicionarse como la marca líder en el mercado del streaming.
En este caso, la finalidad es empezar a construir una relación de confianza o fortalecer este aspecto entre la marca y el público. Las estrategias de comunicación de este tipo son muy importantes, ya que el factor “confianza” se considera crucial en el éxito a largo plazo de una marca.
The Body Shop es un ejemplo de estrategia de confianza gracias a que ha conseguido transmitir muy bien su compromiso con la defensa de los derechos de los animales. De esta forma, parte de su público objetivo (que son personas que buscan productos Cruelty Free) saben que pueden confiar en ella para adquirir artículos no testados en animales.
Fuente: thebodyshop.com
Las estrategias de comunicación de posicionamiento tienen el objetivo de posicionar la marca en la mente del consumidor de una manera específica y única, haciendo que se diferencie de la competencia. Dove, por ejemplo, es una marca que trata de diferenciarse del resto gracias a su mensaje de “belleza real”, comunicando que su objetivo es cuidar todo tipo de cuerpos más allá de la estética normativa.
Fuente: dove.com
Las estrategias de comunicación con esta finalidad tienen el objetivo de retener a los clientes y conseguir que vuelvan a comprar. Esta estrategia es muy interesante, ya que las acciones de este tipo son más rentables que las de captación de nuevos clientes.
Para conseguirlo, estas estrategias de comunicación suelen incluir mensajes relacionados con códigos de descuento o programas por puntos. En definitiva, todo lo que tenga que ver con mensajes que animen a volver a comprar. La estrategia de comunicación de Miravia es un ejemplo de este tipo.
Fuente: miravia.es
La finalidad, en este caso, es dar a conocer la marca a nuevos mercados o a un nuevo público. La estrategia, generalmente, suele tener aspectos diferentes con respecto a la que se ha llevado hasta ahora. Incluso, puede que, de nuevo, haya que construir la estrategia desde cero.
Las estrategias de este tipo son las que tienen lugar en canales online como pueden ser las redes sociales, el correo electrónico o las páginas web.
La organización de conferencias, premios o ferias también es un buen sitio donde transmitir un mensaje de marca. Al abrir un local, por ejemplo, es muy común que la marca organice un evento de presentación en el mismo para darse a conocer.
En este caso, nos referimos a las estrategias de comunicación pensadas para desarrollarse en canales como la televisión, la radio o en medios físicos.
La estrategia está enfocada en transmitir el mensaje a los miembros del equipo de una organización. En este tipo de estrategias de comunicación se suelen transmitir mensajes relacionados con la metodología de trabajo, la motivación, los onboardings, la cultura empresarial y la reputación de la empresa.
En este caso, se englobarían todas aquellas estrategias comunicativas que van enfocadas a los clientes y a otros agentes externos como proveedores, colaboradores, medios, etc.