¿Te suena la palabra flashmob? Consiste en un encuentro organizado en el que un grupo de personas se reúnen en un lugar concreto (generalmente al aire libre, pero también puede ser en un lugar cerrado) para hacer una acción artística concreta (habitualmente un baile). En la mayoría de ocasiones se graba para subirlo luego a internet, pero no es un requisito imprescindible para que algo se considere flashmob. Varias marcas han integrado esta acción dentro de su estrategia de marketing dando lugar al flashmob marketing y en este artículo queremos profundizar en ella para que conozcas sus beneficios y si realmente merece la pena hacerla a día de hoy. Y es que, ¿los flashmob han pasado de moda?
El flashmob marketing consiste en integrar el concepto flashmob, es decir, la reunión organizada de un grupo de gente en un espacio amplio con el fin de hacer algo artístico (generalmente bailar), dentro de una estrategia de marketing para llamar la atención sobre un producto/servicio o impulsar la imagen de una marca.
El flashmob marketing es un tipo de marketing de guerrilla, ya que es una acción poco convencional que se basa más en la creatividad que en la inversión de capital.
Aunque el flashmob quiere dar la sensación al público de que ha sido algo espontáneo, lo cierto es que debe haber una gran organización detrás para que todo salga de acuerdo a lo previsto.
El primer paso de todos, por supuesto, es establecer qué se quiere transmitir, qué se quiere hacer y cómo. Es decir, plantear la estrategia. Para ello, te recomiendo que analices flashmobs previos de marcas de tu competencia, pero también de marcas no relacionadas con tu sector para sacar ideas.
La localización en la que se va a realizar el flashmob es muy importante, ya que tiene que ir en sintonía con lo que intentas transmitir, pero también debe ser un lugar en el que haya un buen número de transeúntes.
La convocatoria es un paso muy importante. Debe ser discreta, pues el elemento sorpresa es básico en el flashmob, pero a la vez atraer a un gran número de gente. Toda la organización en sí de la acción debe ser relativamente secreta, pues de lo contrario se puede correr la voz y ya nada tendría sentido.
Por supuesto, la estrategia de flashmob marketing no termina cuando la actuación llega a su fin, sino que también debe haber posteriormente un plan de comunicación en el que se explique a los seguidores el por qué de la acción y se muestre el “behind the scene” (detrás de las cámaras). Además, no hay que olvidar que es fundamental subir a la red la actuación completa.
Hubo una época en la que los flashmob se pusieron muy de moda y no solo las marcas o las organizaciones lo utilizaban, sino también las series de televisión dentro del propio show. De hecho, a veces se hacía con el mero fin de entretener al público. Pero es cierto que, de un tiempo a esta parte, es raro ver este tipo de acciones en la calle, lo que nos lleva a pensar si realmente es algo que merezca la pena integrar en una estrategia de marketing.
Sin embargo, eso es lo que realmente hace que el flashmob tenga ahora más potencial que hace tiempo. El hecho de que pocas marcas lo utilicen hace que sus beneficios, como el de diferenciarse de la competencia y de sorprender, se potencien. Por tanto, podría ser mucho más positivo utilizarlo ahora que en la época en la que cada mes veíamos un flashmob nuevo y ya casi que no nos sorprendía.
Aunque generalmente los flashmob son de baile, también podemos ver alternativas en las que se utiliza el canto, como en este ejemplo de la compañía aérea británica que decidió utilizar esta acción de marketing para felicitar la Navidad y transmitir lo importante que es su compañía para acercar a las familias en estas fechas tan importantes.
Este es un claro ejemplo de cómo hacer un flashmob con mucho estilo. Se aleja del flashmob típico en el que todo el mundo baila y actúa de forma homogénea, para optar por una alternativa más original en la que los participantes tienen su propio rol.
Como ves, no todos los flashmobs tienen que realizarse en sitios públicos. En este caso, los el musical de ABBA Mamma Mia! se alió con Ikea para promocionar su actuación, llevando a cabo el flashmob en una de sus tiendas.
La ópera también tiene lugar en los flashmobs, como en el caso del que realizó esta marca de supermercados australiana. En su caso, fue una excelente manera de fidelizar a la clientela y de llevar la experiencia de los clientes a otro nivel.
Como ves, el flashmob marketing ha sido una tendencia muy potente en el pasado. Pese a que ha habido una disminución en la popularidad de los flashmobs en las calles en los últimos años, este tipo de acciones permiten a las marcas destacar y sorprender a la audiencia.