Un Portfolio Digital es una manera de presentar tus mejores trabajos de manera organizada y fácilmente accesible, de forma que los futuros empleadores y colaboradores puedan ver rápidamente lo que haces. Un buen portfolio digital es clave para dar una impresión positiva, así que te contamos todos los trucos para impresionar con el tuyo.
Se acabó la era de los currículos en papel. Para los profesionales del marketing digital (sobre todo diseñadores, pero también copys, estrategas y todo tipo de especialistas), cada vez es más imprescindible contar con un portfolio digital.
Antes de empezar a subir nuestros trabajos sin ton ni son, tenemos que plantearnos una serie de temas relacionados con lo que queremos transmitir.
Un portfolio digital es una expresión de nuestra marca profesional. La marca profesional es importante para cualquier trabajador, pero todavía más para los profesionales del marketing digital, ya que habla de nuestro buen hacer. Para orientar tu marca, recomiendo empezar haciéndote estas preguntas:
Una vez que tengas claro qué nombre vas a usar como marca, mi recomendación es que te compres un dominio con ese nombre y crees una cuenta de email profesional con el mismo. Así, darás la máxima impresión de seriedad y profesionalidad.
Todo portfolio online debería ir acompañado de una biografía, esto es, una breve descripción del autor que está detrás de los trabajos mostrados. La bio es otra oportunidad excelente para reforzar tu marca personal y mostrar tu experiencia en el sector, así que merece la pena que le dediques tiempo y mimo.
Un error muy común es querer incluir absolutamente todo en el portfolio. Si estás empezando, quizás tengas la sensación de no tener mucho que mostrar. Pero a medida que avanzas, es fundamental ser selectivo y mostrar únicamente tus mejores trabajos. O mejor dicho, aquellos que puedan interesar más a tu público potencial.
Y es que una pregunta clave para enfocar correctamente un portfolio es saber a quién te diriges y qué es lo que quieres comunicarle. Con esta pregunta en mente, podrás seleccionar correctamente los trabajos que expresen mejor por qué eres la persona perfecta para sus necesidades.
Otra cuestión clave para hacer una correcta selección y preparación de trabajos es el SEO: ¿qué palabras clave buscaría tu público objetivo? (Por ejemplo, "diseñador de identidad corporativa en madrid" o "copywriter especializado en farmacia"). Usa alguna herramienta de palabras clave para identificar las más competitivas e intenta incluirlas en tu bio y en los títulos y descripción de los trabajos.
Ya tienes claro qué trabajos vas a compartir en tu portfolio y cómo presentarlos para lograr el máximo impacto. Ahora solo necesitas encontrar la plataforma adecuada. Vamos a comentar algunas de las soluciones más comunes, sus ventajas y sus inconvenientes.
Sin duda, la opción más recomendable es crear tu propia web, con una URL que incluya el nombre de marca que has definido en el primer paso.
Alojar tu portfolio online en tu propia web tiene muchas ventajas:
Existen diferentes opciones para crear tu web:
Aquí tienes un ejemplo muy original de web portfolio, realizado por Adham Dannaway, UX Designer de Australia.
Los blogs son fáciles de actualizar y personalizar y pueden ser un gran recurso para mostrar tus últimos trabajos o para contar con detalle los procesos de creación. Además, a los motores de búsqueda les encanta el contenido actualizado, así que puede ser un buen recurso para mejorar tu posicionamiento.
La pega es que el contenido no queda tan organizado y "profesional" como con una web. La mejor solución es combinar ambos: una web más o menos estática con un blog que se actualice regularmente.
Ejemplo: Numerical Blog, bitácora de Cyberclick donde os mostramos contenidos basados en nuestra experiencia y en casos prácticos. Es una forma de lanzar contenido actualizado y además centrado en dar a conocer quiénes somos y nuestro nivel de conocimiento.
Sin duda, la gran ventaja de este tipo de recursos es la comodidad. Son plataformas especialmente diseñadas para profesionales como tú, y en muchas de ellas incluso puedes acceder a ofertas de empleo del sector y establecer contactos con otros colegas.
Behance
Domestika
Los grandes inconvenientes son que apenas puedes cambiar el diseño, que no tienes control sobre su posicionamiento y que en unos años puede que la plataforma concreta que has escogido se pase de moda. Por tanto, pueden ser una buena idea para empezar, pero a la larga no sustituyen a una web.
¿Y si hago mi portfolio directamente en Instagram? Las redes sociales pueden ofrecer mucha visibilidad a tu trabajo, pero no es recomendable usarlas como plataforma principal.
Portfolio de Ana Canal Nuri en Instagram, diseñadora y desarrolladora front-end
Dentro de una red social es complicado etiquetar y buscar los trabajos de forma rápida, por lo que la usabilidad como portfolio se resiente. Y además, no controlas la manera en que se muestran tus trabajos ni el uso que la red hace de ellos. En cambio, sí que puedes usarlas para compartir pequeñas muestras de tus proyectos y animar a los usuarios a visitar tu web para ver la versión completa.