El storytelling en redes sociales está de moda, pero en realidad los orígenes se remontan muchos, muchos siglos atrás, desde que los humanos nos reuníamos en torno al calor de una hoguera para escuchar las historias de nuestra tribu.
Los elementos que hacen que una historia nos conmueva y nos enganche no han cambiado tanto desde entonces, pero sí lo han hecho los recursos que utilizamos para contarla. Tanto antes como ahora, la creatividad es un ingrediente fundamental para que nuestras historias tengan chispa. ¿Quieres mejorar tu storytelling en redes sociales? ¡No te pierdas estos 10 tips!
Las historias pueden cumplir distintas funciones, y a su vez estas se alinean con los objetivos de marketing de tu empresa. Para decidir qué tipo de historia vas a contar, necesitas saber cómo quieres que se sienta o que reaccione tu público al leerla o escucharla. Y eso dependerá de tu objetivo principal:
Contar quién es tu marca. Puedes conectar con tu audiencia explicándole tus retos y dificultades, triunfos y fracasos. Los consumidores aprecian a las marcas que se muestran tal y como son.
Incitar a la acción. Generalmente, el marketing busca generar una reacción en el consumidor, por ejemplo, dejarnos sus datos o realizar una compra. Puedes usar el storytelling para mostrar cómo se consiguió una cosa en el pasado y cómo el lector o espectador puede conseguirla también.
Educar. En algunos casos, la solución a una necesidad del consumidor no es evidente, sino que la marca tiene que hacer una labor educativa para mostrarla. Una manera de conseguirlo puede ser contar una historia en la que el protagonista ensaya diferentes soluciones antes de dar con la definitiva.
Incrementar tu visibilidad. Muchas veces lo que buscamos con el storytelling es fomentar la viralidad, creando historias que emocionan y que los usuarios quieren compartir con sus contactos.
Por muchos años que hayan pasado, los seres humanos seguimos organizándonos e identificándonos con tribus: personas con situaciones vitales parecidas a las nuestras, que comparten nuestros valores y nuestra manera de ver el mundo.
Cada tribu tiene sus propias historias, y los recursos que funcionan con un grupo pueden dejar indiferente a otro. Por eso, para que tu storytelling consiga el resultado que buscas, primero tienes que saber exactamente a quién te diriges y cuáles son sus motivaciones.
El storytelling en redes sociales no se apoya en argumentos racionales, sino en emociones. Son la llave para conectar y generar la respuesta que buscamos.
Antes de definir los detalles concretos de tu historia, piensa en cuál es la emoción que quieres generar en la audiencia. ¿Quieres hacerles reír? ¿Animarles a actuar ante una injusticia? ¿Dejarles con la boca abierta?
Sea cual sea el medio con el que se cuenten, todas las historias tienen una serie de elementos en común.
Para que una historia consiga enganchar, tiene que tener una estructura bien definida. La manera más fácil de plantear una historia es a través de una presentación, un desarrollo y un desenlace, así que esos son los elementos mínimos que deberías incluir. A partir de ahí, puedes buscar otros recursos narrativos más complejos, como el viaje del héroe, que te ayudarán a saber qué debería ocurrir en cada momento.
Los personajes son otro de los ingredientes imprescindibles de la historia. Ya sean malvados que representen el reto a superar o héroes con los que la audiencia se identifique, es importante que estén bien definidos y que no sean una simple colección de estereotipos. Para inspirarte, puedes pensar en cuáles son tus personajes de ficción favoritos y qué es lo que les hace especiales.
Uno de los principales puntos fuertes del storytelling en redes sociales es su flexibilidad. Por ejemplo, podemos combinar historias escritas, vídeos, GIF animados, imágenes e incluso elementos interactivos.
Además, también podemos ir un paso más allá e integrar el contenido creado por los usuarios en nuestras historias. Un ejemplo muy típico serían los testimonios de clientes.
Normalmente se tiende a evitar las publicaciones largas en las redes sociales, ya que se cree que generan menos engagement. Pero algunas marcas se atreven a darle la vuelta a esta tendencia y cuentan historias enteras en una publicación de Facebook o el pie de foto de Instagram. De esta manera, sus publicaciones se enriquecen y se generan más oportunidades para conectar con la audiencia.
Si te decides por esta opción, consulta los límites de las diferentes redes sociales (por ejemplo, en Instagram puedes incluir un pie de foto de hasta 2200 caracteres) y ten en cuenta elementos como los hashtags.
El "Continuará..." es uno de los recursos más eficaces para mantener enganchada a la audiencia y hacer que el interés y el engagement suban. Por ejemplo, puedes utilizar contenido efímero como las Stories de Instagram, publicando una cada 24 horas y agrupándolas después en un destacado para los usuarios que se unan más tarde. Otro recurso muy utilizado es crear un hilo de Twitter e ir actualizándolo periódicamente.
Otro tip para maximizar las posibilidades del espacio es contar una historia a través de múltiples imágenes. Por ejemplo, puedes crear un álbum en Facebook o bien combinar 9 imágenes distintas para formar una cuadrícula en tu feed de Instagram.
¿Crees que los social ads solo sirven para lanzar contenidos promocionales? ¡Error!
Recientemente, el sitio web Refinery29 hizo un experimento de storytelling a través de Facebook Ads. En lugar de tratar cada anuncio como un elemento independiente, mostró a los usuarios tres creatividades distintas que formaban una secuencia o historia: una presentación de la marca, un artículo y una llamada a la acción. Al compararlos con un grupo de control, se demostró que los anuncios con elementos de storytelling generaban más conversiones.