En el mundo digital del marketing se emplean diferentes modelos para determinar el coste de los anuncios. Todos ellos tienen ventajas e inconvenientes y pueden ser más apropiados en una u otra ocasión, así que conviene conocerlos a fondo. En este artículo vamos a ver el CPC o coste por clic.
¿En qué consiste el CPC o coste por clic?
El CPC o coste por clic es un modelo de pago de publicidad online en el cual el anunciante paga una cantidad determinada cada vez que el usuario hace clic en uno de sus anuncios. Normalmente, esta cantidad se determina mediante un sistema de pujas entre diferentes anunciantes.
Entre las ventajas del coste por clic podemos destacar las siguientes:
- Solo pagamos cada vez que un usuario interactúa con el anuncio, por lo que entendemos que se trata de usuarios que a priori pueden estar interesados en nuestros productos o servicios.
- El anunciante puede controlar el precio máximo que pagará por cada clic. Normalmente, el anunciante que haya fijado el precio máximo más alto ganará la puja y su anuncio será el que se muestre al usuario, pero también influyen otros factores como la relevancia y el nivel de calidad.
Y en cuanto a sus inconvenientes, cabe mencionar estos dos:
- Con el coste por clic se corre el riesgo de pagar por clics involuntarios o de baja calidad, sobre todo si usamos formatos de anuncio invasivos y si el usuario se conecta desde un dispositivo móvil.
- No es el modelo ideal para todas las circunstancias. Si nuestra campaña se centra en generar notoriedad, quizá sea más apropiado usar un modelo de CPM (coste por mil); si lo que más nos importa es maximizar y rentabilizar las conversiones, podemos hacerlo a través de anuncios configurados con CPA (coste por adquisición).
Claves para mejorar el rendimiento del CPC
Si escogemos un modelo de CPC para nuestros anuncios, nos interesa tanto reducir los costes por clic como conseguir que cada clic sea relevante. Estos consejos nos ayudarán a conseguirlo:
- Segmentar la publicidad de manera adecuada. Cuanto más relevante sea el anuncio para su destinatario, más probabilidades habrá de que este haga clic. A su vez, cuanto más alto sea el ratio de clic, mayor será su nivel de calidad y mayores las probabilidades de que el sistema nos recompense con costes por clic bajos.
- Fijar la puja máxima de manera inteligente. Las pujas altas nos ayudarán a que nuestro anuncio se muestre más y en mejor posición, lo que a la larga puede beneficiarnos. Por otro lado, hay que cuidar que los costes por clic se adecuen al presupuesto del que disponemos y a las potenciales conversiones que pueden generar. Por tanto, merece la pena hacer pruebas con distintas pujas e ir optimizándolas según los resultados.
- Escoger las palabras clave adecuadas. Si haces publicidad en buscadores, la investigación de palabras clave es absolutamente fundamental. No solo te servirá para detectar términos relevantes en torno a tu marca, sino también para valorar el nivel de competencia y los costes por clic que puedes esperar.