La guía de estilo es un manual que incluye toda la información necesaria para crear contenido, material o elementos específicos para la marca. Es decir, en ella se especifica desde cómo se debe transmitir un mensaje a través de redes sociales hasta cómo debe ser la página web para respetar al máximo la identidad de marca.
La guía de estilo, conocida también como manual de estilo, es importante para poder garantizar que todos los materiales de comunicación tienen un mismo tono, estilo y estética, algo que ayuda a fortalecer la identidad de la marca y a hacerla más reconocible.
Otro motivo por el que una marca debe tener un libro de estilo es que facilita y agiliza la creación de contenido y material, así como también reduce, incluso elimina, el tiempo destinado a revisar y corregir para adaptarlo al estilo de la marca. También puede utilizarse para formar al equipo, ya que con un manual de estilo es mucho más fácil aprender y adaptarse a las normas de comunicación y diseño de la empresa.
A todo esto hay que sumarle que cuando la forma de comunicarse y de presentarse al público es sólida, consistente y sigue un mismo tono, estilo y estética se da una imagen mucho más creíble, confiable y profesional. Eso sí, una guía de estilo debe actualizarse y adaptarse a cualquier situación, siempre sin perder la coherencia, por lo que no debe ser nunca algo inamovible.
Para crear una guía de estilo es importante seguir los siguientes pasos:
Definir el cliente objetivo para poder escoger un estilo, tono y estética que llamen su atención y con los que se sienta identificado.
Crear una propuesta de valor para diferenciarse de la competencia y destacar.
Hacer un elevator pitch en el que se presente, de una forma clara y sencilla, qué se ofrece como marca y de qué manera pueden ayudar los productos o servicios al público objetivo.
Especificar cómo deben ser los elementos gráficos, el estilo fotográfico y creativo para que todo el contenido vaya en consonancia. En este punto es importante especificar desde las paletas de colores que van a utilizarse y la tipografía hasta cómo debe ser la iluminación de las fotografías.
Cualquier elemento que figure en la guía de estilo puede modificarse y actualizarse, sobre todo si no funciona o no ha generado el impacto esperado. Eso sí, esos cambios deben hacerse siempre de una forma coherente y lógica.
En cualquier guía de estilo debe haber unos elementos clave, a continuación te dejamos los 3 más importantes y básicos, aunque cada guía podría incluir aquello que considere necesario en función de las aplicaciones que pueda tener la marca, dependiendo del sector y otras características.
Empezando por la identidad visual, que incluye el logo y sus variaciones, información sobre los colores corporativos, la tipografía, los elementos gráficos que forman parte de la identidad visual de la marca y directrices sobre cómo utilizar imágenes y fotografías.
También debe incluirse información acerca de la identidad lingüística, como el tono y la voz que deben utilizarse, guías para asegurarse de que el lenguaje sea inclusivo y respetuoso y listados de terminología o frases clave que pueden y deben utilizarse.
Otros datos que también son importantes en un libro de estilo son las directrices acerca de cómo utilizar los medios de comunicación, como redes sociales, correo electrónico o materiales impresos; las guías de implementación, con ejemplos y plantillas que puedan hacer mucho más visual todas las instrucciones que se hayan incluido en la guía; y las normas o procedimientos que van a seguirse para hacer que el material sea compatible y accesible para todos, como la inclusión de subtítulos en vídeos.
Todos estos elementos son importantes para poder tener una guía de estilo completa, capaz de ayudar a todo el equipo a crear y generar contenido que se adapte a la identidad de marca.