El hijacking es un tipo de amenaza online que consiste en secuestrar o tomar el control de algunas partes de una web, como puede ser el dominio web, una cuenta de una red social o de un correo electrónico, etc.
Como ya te puedes imaginar, el hijacking puede suponer un gran riesgo para cualquier estrategia digital, pero en concreto para la reputación online de una marca, un creador de contenido o un usuario al uso, pues una vez el ciberdelincuente ha secuestrado algún elementos tiene poder para actuar en nombre del verdadero propietario.
El hijacking se puede clasificar en diferentes tipos dependiendo del elemento digital que se haya secuestrado.
Este es solo un ejemplo de algunos tipos de secuestro digital, pero hay muchos más, ya que se puede llevar a cabo con todos los elementos del mundo online.
Para prevenir ser víctima del secuestro online puedes concienciar a tu equipo sobre la importancia de la ciberseguridad (si eres una empresa) y enseñarle técnicas de gestión de contraseñas, así como la importancia de los antivirus y de los softwares de limpieza, por ejemplo. También es interesante llevar a cabo auditorías de seguridad de forma regular.
Es importante, además, tener cuidado con las páginas web que se visitan y con lo que nos descargamos o instalamos en nuestros dispositivos, ya que pueden ser la entrada de secuestradores.
No, el hijacking y el hacking no son lo mismo. Mientras que el hacking consiste en entrar ilegalmente en un servidor y conseguir información confidencial o privada, en el hijacking los atacantes tienen una clara intención de hacer cambios no autorizados.
En ese sentido, las motivaciones de un hacker pueden ser varias como robar información o probar sus habilidades. Mientras, un secuestrador digital pretende que el recurso secuestrado se desvíe de su actividad normal.
Además, el hacking puede afectar a todo un sistema o red, mientras que el hijacking solo se produce contra un elemento concreto de la web.
Pese a estas diferencias, el término hacking se ha extendido más y a un nivel informal se utiliza indistintamente para definir ambas situaciones.